Ganarle a los 80 - 19 de Noviembre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 915013717

Ganarle a los 80

Tenía que ser un día frío. Eso se espera de la maratón de Nueva York, entre 6 y 13 grados, corredores abrigados como osos en la larga espera en Staten Island, y luego, una temperatura fría, que en 42 kilómetros se hace más agradable.Pero esta mañana fue distinta. Una ola de calor que comenzó unos días antes pronosticaba condiciones "inusualmente calurosas y húmedas", según advertía la página oficial de la organización. Había que bajar expectativas, aconsejaban. El día de la carrera, domingo 6 de noviembre, a las 8:00 a.m., ya había 22 grados Celsius. A Iván Moreno López le preocupaba más el 73 por ciento de humedad proyectado. Pero tampoco especialmente. A las 5 de la mañana, cuando aún estaba oscuro, Moreno, de 80 años, se amarró las zapatillas Hoka que le acomodan -para su pie con arco anterior plano, dedo martillo y juanete- y salió de su hotel para correr Nueva York, comenzando por cruzar el puente Verrazano, luego atravesar Brooklyn por 24 kilómetros, dejar el ruido y los gritos atrás para pasar por abajo el puente Queensboro, donde solo se sienten las pisadas, y entrar por la Primera avenida a Manhattan, con cientos de personas mirando, gritando en cada cuadra, y subir, subir hasta el Bronx, para luego bajar por la 5 {+a} Avenida, entrar y salir, y volver a entrar al Central Park con las piernas flaqueando y cruzar la meta. Antes, Moreno había corrido Berlín, Boston y Santiago y esta era su primera vez en la maratón que se considera "la gran fiesta de los 42 kilómetros", 42 km 192 metros para ser exactos. Una maratón que recibió a 47 mil corredores que cruzaron la meta, y volcó también a miles a las calles a alentar, a lo que ayudó la temperatura primaveral, aunque también llovió. Era, además, la primera maratón sin restricciones covid."A mí lo que me sostuvo fue la gente", dice una semana después, sentado en su casa de La Reina, que aún conserva el aire de parcela que tuvo el sector antaño, donde vive con su mujer. Está jubilado y pasa el día entre el deporte y el jardín. Tiene, además, seis hijos y siete nietos.Cuando terminó la carrera, cuatro horas y 47 minutos después de haber partido junto a una hija, Iván Moreno no supo de su lugar. Simplemente, le colgaron la medalla, se abrigó con la capa azul que recibieron todos los finalistas, más una bolsa con fruta y líquido, y caminó las 10 cuadras que lo separaban de su hotel.Nueva York es su tercera major (asociación de las seis maratones más importantes del mundo). Antes corrió Boston y Berlín, "y espero que el cuerpo me alcance para las otras tres", dice. Chicago, Londres y Tokio, en ese orden."El blanco también es...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR