Ganadores del premio EY y 'El Mercurio' revelan sus historias
Los compromisos de la política le han impuesto nuevos tiempos a Juan Sutil. A su agitada agenda de "emprendedor permanente", sumó ahora la campaña para disputar un sillón en el Consejo Constitucional, el próximo 7 de mayo. De hecho, está instalado en la Sexta Región y desplegado en ferias, juntas de vecinos, asociaciones gremiales, pymes, entre muchos frentes.Es otra arista de su compromiso con el país, dice el extimonel de la CPC, que hasta ahora había volcado en la empresa y la dirigencia gremial. Esa escuela se la legaron una mamá muy perseverante y un papá "que siempre miró el bien común sobre el particular". El colegio Verbo Divino terminó de consolidarla. "Un colegio muy versátil, con compañeros muy diversos", que lo hizo conocer las poblaciones, la correccional de menores, los trabajos de invierno. Allí hizo también sus "primeros negocios", vendiendo golosinas y prestando plata, y hasta tocadiscos antiguos y autos vendió a los 14 años, con su amigo Alejandro Quesney.Las cosas cambiaron el año 80, cuando enfermó su papá y tuvo que hacerse cargo. "Alumno destacado en muchas cosas, pero del medio en rendimiento", confiesa, había dado la PAA y quería estudiar leyes en la U. de Valparaíso. "Sufrimos mucho como familia en la Unidad Popular (...). Mi papá era un empresario importante y nos quitaron todos los campos, debimos vender las marcas de Odontine, donde mi papá era presidente y socio".Se instaló en una oficina de la calle Estado, arrendó dos privados a amigos de su papá y así partió Sutil y Compañía. Aprendió de intermediación de cereales y llegó a manejar el 40% de los alimentos primarios en Chile. Salía en su Fiat 600 a recorrer campos para clientes, como Manuel Ariztía, Pedro Tomás Allende, José Borda, Gonzalo Bofill y Gonzalo Vial, empresarios que tenían la talla del país; "eran chicos". Creció con ellos, y "con dislexia y mal inglés", les trajo los primeros barcos.Luego nació Hortifrut con Víctor Moller, y después vino su gran salto agroindustrial, con Empresas Sutil, un holding que abarca fruta fresca, seca, deshidratada, vinos, champiñones, incluso un pequeño banco agrícola. "Nos sentimos muy orgullosos de lo que hemos hecho, habiendo logrado desarrollarnos, administrar bien, crecer y hacer nuestro aporte a la región y al país".Aflora el dirigente empresarial que dio un paso al frente, tras el estallido social. "Nunca quise estar en primera línea, consideraba más efectiva la segunda", asegura, pero octubre del 2019 lo hizo sentir el compromiso de "poner el bien común y el mundo de la empresa en el lugar que correspondía"."Lo pasé mal, sentí que perdíamos a Chile, me golpeó", recuerda con franqueza. El día que se quemaba el edificio de Enel, en pleno centro de Santiago, llamó a Ricardo Ariztía y Alfonso Swett, posteriormente a José Antonio Guzmán, los expresidentes que le habían propuesto tomar el relevo de la CPC. "Les dije OK".Reconoce que no fueron tres años fáciles. Debutó casi junto con la pandemia del covid, y en una meteórica campaña reunió US$ 150 millones que aseguraron ventiladores, cánulas, hospitales de campaña, todos los insumos y recursos que evitaron más de 3.800 muertes, según un estudio de la Universidad Católica que cita. Como líder de los empresarios, también se comprometió con la campaña del Rechazo para el plebiscito constitucional del 4 de septiembre. "Debíamos tener una buena Constitución, que nos uniera y sentara bases para poner a Chile nuevamente en marcha", recalca.Hoy recorre incansablemente la Sexta Región y está desplegado en todas las redes.-Usted es de terreno, ¿qué sorpresa se ha llevado en la campaña?"Es muy impresionante lo mal que opera el Estado, especialmente en salud, en educación, vivienda, y para qué decir en seguridad y orden público. Y cuando explicas por qué es importante tener una Constitución que mandate correctamente y que el país vuelva a su senda, la gente se da cuenta de la importancia de un proceso racional, de buen criterio. No quieren volver a vivir el trauma del proceso anterior".-¿Está preparado para tomar el ritmo de político, si sale elegido?"Es un proceso tan trascendental el que está viviendo Chile, que es muy importante hacer buena política y no necesariamente hay que ser político. Puedo aportar lo que significa emprender y generar empleo, interrelacionarse; la importancia de una descentralización que permita más autonomía, más responsabilidad y presupuesto a las regiones. Me siento hijo adoptivo de la Región del Libertador Bernardo O'Higgins, mi desarrollo empresarial nace en la Sexta Región".-¿No se ha arrepentido por la desconfianza y apatía que muestran las encuestas?"La verdad es que la gente ha sido muy cariñosa, me apoyan transversalmente partidos de Chile Vamos, y Amarillos, Demócratas, republicanos. Pienso que la gente irá cambiando de percepción cuando avance el proceso; perciba que es serio, criterioso y que busca encontrarnos en un cimiento para construir un buen país. Lo veo cuando recorro las ferias, juntas vecinales, gremios locales o pymes. Las personas se dan cuenta de que es importante y que puede ser un proceso muy positivo".Algo parecido hizo en la CPC. Lo primero que le pidió al comité ejecutivo fue ordenar la casa -"había mucha dispersión y opinión distinta", dice- y el covid se había instalado en el país. "Había una crisis total. Llevaba como cinco o seis días, cuando estaba sentado en la mesa de la CPC y, de repente, mi teléfono no paró de sonar. Nadie que llamamos se restó". Son miles las anécdotas de esos días, desde el apoyo que le dio el empresario Bernardo Matte para partir con "Siempre por Chile", y lograr romper el bloqueo de ventiladores que decretaron Trump y Xi Jinping. Fueron muchas noches sin dormir, de tocar muchas puertas, pero no duda: "Es lo más importante que he hecho en mi vida".La historia también tiene su lado feo, cuando se cuestionó la efectividad de los respiradores comprados. "Tuve que salir a defenderme solo", dice Sutil frontalmente. A poco andar recibió el apoyo del doctor Santander, de la Asistencia Pública; de la directora del J. J. Aguirre, del exministro Jaime Mañalich y del Gobierno. Se nota que todavía le duele."Ahora, tenemos que tener una buena Constitución y una buena reforma tributaria. De lo contrario, no vamos a poner a Chile en marcha", afirma. El triunfo del Rechazo cambió sus planes y empujó al empresario a la arena política. "Chile tiene el capital humano, lo demostró durante 30 años, y todas las condiciones para ser un país desarrollado", explica Sutil. "Se lo he dicho a Marcel: hay US$ 83 mil millones esperando para invertir en los próximos diez años en minería, US$ 42 mil millones en infraestructura y energías renovables, US$ 25 mil millones en litio, US$ 200 mil millones en hidrógeno verde, más los aportes de la agroindustria, comercio, suma y sigue. Si destrabamos Chile, hacemos las inversiones, en diez años entramos de frentón al desarrollo".Rosanna Costa: "La clave para que a uno le vaya bien es entusiasmarse con lo que está haciendo y sentir que está aportando"Ejecutiva del AñoSu padre fue su primer y gran referente. 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