GAM une los talentos de Shakespeare y Radrigán - 10 de Mayo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 569209474

GAM une los talentos de Shakespeare y Radrigán

"La Tempestad" (1611) sigue ocupando un lugar de privilegio en la lista de las cumbres del célebre dramaturgo nacido en Stratford-upon-Avon, y prueba de ello es su presencia recurrente en las carteleras internacionales y sus múltiples adaptaciones. Incluso hay una ópera del compositor británico Thomas Adès.

Hasta nuestros días continúa suscitando las más variadas lecturas, ya sean políticas, psicoanalíticas e incluso biográficas. En esa línea, se le atribuyen al genio de William Shakespeare reflexiones bufas sobre el gobierno de los países y una metáfora general sobre el poder, todo ello condimentado con el idilio entre dos amantes y la presencia de Calibán, "criatura semihumana (su padre es un demonio marino, ya sea pez o anfibio)" a juicio del reconocido crítico estadounidense Harold Bloom, quien en su libro "Shakespeare: la invención de lo humano" escribe que la obra carece fundamentalmente de trama. "Su único acontecimiento exterior es la tormenta provocada mágicamente en la primera escena, lo cual, de manera bastante extraña, le da a la obra su título. Si acaso hay una fuente literaria, sería el ensayo de Montaigne sobre los caníbales, que tiene su eco en el nombre de Calibán, aunque no es su naturaleza".

Como parte del jubileo Shakespeare (en 2014 se cumplieron 450 años de su nacimiento), el GAM pondrá en escena, a partir de este viernes, "La Tempestad", en una inédita adaptación de Juan Radrigán, Premio Nacional de Artes de la Representación.

"La fuerza de los clásicos es que nos hablan de la condición humana y en este caso Juan Radrigán desarrolló un lenguaje grandilocuente -en un sentido trágico, bello, potente, profundo y shakesperiano- para dar cuenta, de manera sutil, de un tema que me parece tremendamente actual: el poder y su uso", dice Rodrigo Pérez, director de la obra. Añade que en la mirada del autor de "Las brutas", "ningún personaje de 'La Tempestad' es noble. Próspero, por ejemplo, captura a quienes lo llevaron al exilio con el propósito de buscar justicia o reparación, pero, al final de la obra, perdona sin haber hecho justicia. No consigue sus objetivos. En todas las conversaciones previas con Juan Radrigán él se quejaba muchísimo del perdón de Próspero, la facilidad con que lo expresa, sin mucho fundamento ni convicción verdaderas".

Rodrigo Pérez se explaya sobre esta lectura: "Cuando yo escucho las palabras justicia, reparación, reconciliación y perdón -independiente del bando en que yo me encuentre-, no tengo...

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