El drama de los futuros actores es el creciente cierre de las escuelas de teatro - 12 de Diciembre de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 337983638
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El drama de los futuros actores es el creciente cierre de las escuelas de teatro

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El panorama ha cambiado radicalmente en la actualidad. Hoy, cuando más de 270 mil jóvenes comiencen a rendir su Prueba de Selección Universitaria (PSU), tendrán que pensarlo dos veces si quieren apostar por la actuación. La academia de González cerrará la carrera en el plan profesional diurno, y sólo se concentrará en dictar talleres vespertinos.

"Ha sido un proceso que había pensado desde hace un tiempo, porque una escuela como la mía no puede respaldar la carrera de un estudiante. No tenemos acreditación ni beneficios y, por otro lado, siento que hay falta de compromiso de los nuevos alumnos", reconoce Fernando González, Premio Nacional de Artes de la Representación, y quien ha formado a generaciones de actores en su escuela: Tamara Acosta, Álvaro Morales, Ramón Llao y Francisco Pérez-Bannen, entre otros.

La reducción del plan de estudios en la academia que se formó en 1982, es un síntoma del crítico escenario que enfrenta la educación teatral, y que ya ha sufrido el cierre de la carrera en las universidades Diego Portales, Bolivariana, Santo Tomás y UCINF. Además, la Universidad del Desarrollo no tendrá nuevos alumnos de Actuación en 2012. "El medio se fue transformando. Fueron apareciendo becas para actores, que antes no existían, y se hizo necesario tener un título profesional. Así la carrera tuvo un crecimiento", dice la directora Constanza Brieba, quien fue la última autoridad en la Escuela de Teatro de la UDP, antes de su cierre en 2008. Y agrega: "Al principio hubo un impulso de las universidades privadas por diversificarse, pero quizás hubo un problema con los intereses comerciales".

Para reducir su plan de estudios, Fernando González también disminuirá las instalaciones de su escuela, que funciona en dos casas unidas. "Dejaré de arrendar una de ellas, porque resulta muy caro", reconoce. Otros alumnos en carreras ya cerradas han pasado por lo mismo y se enfrentan a un espacio menos convencional. Según reconocen fuentes cercanas, los alumnos de la Santo Tomás van a algunas clases en el Teatro Aparte, donde su director Rodrigo Bastidas les sigue impartiendo algunos cursos ante la escasez de salas en las sedes universitarias.

Hace una década, quienes querían dedicarse al teatro tenían pocas alternativas además de los cerca de 40 cupos que, en total, ofrecían las universidades tradicionales que dictaban la carrera. "Hubo una tremenda explosión de escuelas de teatro por una cuestión de onda, y por lo fácil que era en términos de...

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