Futuro incierto de Europa Oriental - 16 de Octubre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 694841141

Futuro incierto de Europa Oriental

En Praga, los votantes salen a la calle a tomarse fotos con Andrej Babis, dueño de varios medios de comunicación, y de un imperio agroindustrial que lo sitúan como el segundo hombre más rico entre los checos. Babis no solo está en los negocios, fue hasta mayo el ministro de Finanzas de los últimos cuatro años, y su Partido del Sí, ya ganó las elecciones regionales del año pasado, y lidera las encuestas con el 27 por ciento de las preferencias. Su popularidad se la ha ganado atacando a los políticos convencionales, haciendo comentarios "políticamente incorrectos" y gracias a que los medios que él controla le han hecho buena campaña.

El partido de Babis, quien fue comunista en su juventud y tiene afinidad con Vladimir Putin, participa en la coalición de gobierno del Presidente Milos Zeman, otro partidario del líder ruso, y quien no ha tenido problemas en oponerse a las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, por la anexión de Crimea, la que considera un " fait accompli ", y, como tal, pertenece a los rusos, quienes quizás, dice, debieran pagar alguna compensación por ella.

Babis también comparte con Zeman el rechazo a las políticas inmigratorias de la UE, pero hasta ahora, a diferencia de otros líderes populistas europeos, no ha manifestado abiertamente una ideología xenófoba o racista. Sin embargo, este dirigente tiene otras manchas en su currículum: enfrenta una investigación por fraude a la UE (supuestamente habría recibido subsidios agrícolas destinados a agricultores pymes) y en Eslovaquia -donde nació, antes de la división- está acusado de haber sido agente de la policía secreta checoslovaca.

De acuerdo a los analistas, nada de esto disuadirá a los votantes de apoyarlo el próximo domingo 22, y es casi seguro que supere al partido del actual Premier, Bohuslav Sobotka, de centroderecha, que según los sondeos alcanza el 13,5 por ciento de las preferencias.

Si Babis asume como Primer Ministro, y Zeman gana la reelección en enero próximo, la República Checa -paradigma de la lucha anticomunista con la Primavera de Praga, de 1968, y la Revolución de Terciopelo, de 1989- transitará hacia una incierta senda de democracia populista, con gran influencia del Kremlin, que no esconde sus intenciones de recuperar su dominio sobre la región que antes perteneció al Pacto de Varsovia.

Hungría, entre Europa y Rusia

Después de la caída del comunismo en Europa Oriental, la democracia al estilo occidental parecía tener buena opción de consolidarse. Sin...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR