El futuro eléctrico de Chile Chico
E l objetivo no era quemar calorías. Tampoco ahorrarse unos pesos en un kilo de harina o en un bife de chorizo. Si ahora íbamos pedaleando raudos hacia Argentina, desde Chile Chico hasta Los Antiguos, pasando justo por el puente sobre el río Jeinimeni -el hito natural que divide a Chile y Argentina en esta parte de la Patagonia-, era para probar una ruta inédita y, de paso, experimentar en carne propia lo que se siente ser carbono neutral. O acercarse a eso.-Cuando andas en bicicleta emites 3 gramos de CO {-2} por kilómetro. En cambio, si vas en auto, son 121 gramos. Es muchísimo más.Apoyada junto a una bicicleta eléctrica, la ingeniera civil María Teresa Valenzuela, cofundadora de EcoCharge -una startup chilena que diseña sistemas de micromovilidad sustentable- hacía gala de sus conocimientos para explicar el inédito proyecto que la había traído hasta Chile Chico y que ahora estaba a punto de inaugurar: la primera estación de carga carbono neutral para bicicletas eléctricas de Chile, gestionada por una municipalidad local. Un novedoso sistema que, a partir de la próxima temporada, si todo marcha según lo planificado, comenzará a funcionar en la ciudad de Chile Chico, en la Región de Aysén, y permitirá, entre otras cosas, que cualquier habitante o turista de paso pueda arrendar una de las diez bicicletas eléctricas disponibles y pedalear hasta Argentina u otros lugares, pero de forma asistida. Es decir, aprovechando el increíble impulso que provee la batería de estas modernas bicicletas, el cual hace que uno pase de ser, en pocos segundos, un tipo con visibles tejidos adiposos a un auténtico e incansable hombre biónico.Lo bueno, además, es que el paso limítrofe entre Chile Chico y Los Antiguos es uno de los más cortos y sencillos que existen. Entre una y otra localidad solo hay 14 kilómetros de distancia y el camino es prácticamente plano: a diferencia de la mayoría de las localidades fronterizas del país, Chile Chico se encuentra por detrás de la cordillera de los Andes, lo que quiere decir que aquí no hay que subir ni bajar montañas para llegar a Argentina, sino simplemente cruzar un puente sobre un río. En este caso, el Jeinimeni.-Vamos entonces. Son las 9:30 de la mañana recién, así que estamos sobrados de tiempo para volver y tomar la barcaza de las cuatro -dijo María Teresa Valenzuela, tranquila porque hoy mismo teníamos que volver a Coyhaique, cruzando el lago General Carrera. Si perdíamos la barcaza, nos tomaría al menos seis horas rodear el lago por tierra desde Chile Chico y luego recién partir a la capital de Aysén.Así que respiramos profundo y botamos nuestros primeros miligramos de CO {-2} al ambiente. Aunque, en verdad, importó bien poco: ya estábamos en modo "ecológico total", arriba de una bicicleta eléctrica que se había cargado con energía solar y eólica en la nueva estación de Chile...
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