Creadores de futuro - 7 de Octubre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 537899526

Creadores de futuro

Estos avances son bien recibidos por estilistas y diseñadores de moda, quienes están en una constante búsqueda de nuevos caminos para alimentar su creatividad, mejorar su competitividad y destacarse en un mercado que mueve miles de millones de dólares al año.

Telas hechas con lecheContra la alergia:En Europa, muchísima leche es desechada por no cumplir con las normativas sanitarias. Solo en Alemania, por ejemplo, esta situación afecta a dos millones de toneladas de leche al año. Pero Anke Domaske, afincada en Hannover, encontró un novedoso uso para ella: a través de su empresa QMilch, esta leche se transforma en un sorprendente textil ecológico.

Anke comenzó a trabajar con la leche cuando su padrastro, aquejado por un cáncer, comenzó a tener alergia a algunos textiles. Pero no dio con telas que no hubieran sido tratadas con químicos: incluso las fibras naturales, dice Anke, a menudo incluyen el uso de pesticidas. En eso estaba cuando descubrió que, en los años 30, ya se conocían las técnicas para crear textiles a partir de leche.

-En esa época se requería de una gran cantidad de formaldehído y otros químicos, para conseguir la estabilidad de la fibra. Era un largo proceso de 60 horas y no resultaba muy sostenible. Hoy, usamos un sistema que demora solo cinco minutos, lo que reduce las emisiones de CO2. Para producir una fibra sin ningún desperdicio, solo necesitamos como máximo 2 litros de agua por kilo y una temperatura de unos 80 grados -cuenta.

Anke explica que cuando la leche se pone agria, en la parte inferior se forma un suero y, en la parte superior, una suerte de espuma más espesa, blanca. Al remover el suero, se obtiene una mezcla de consistencia parecida a la del queso cottage, que luego se seca para convertirla en una proteína en polvo.

-El proceso al que sometemos esta mezcla se parece a lo que hace una máquina de pastas, pero a gran escala. Mezclamos el polvo con el agua y así se forma una suerte de masa que pasa por una máquina con pequeños agujeros, de la que salen fibras textiles muy finas -explica.

Para Anke, lo más atractivo de su emprendimiento es que ofrece numerosos aspectos positivos tanto para el usuario como para el medio ambiente: además de utilizar una materia prima que de otro modo iría a la basura, se trata de una fibra naturalmente antibacterial que absorbe fácilmente el agua y regula la temperatura corporal. También tiene una suave textura que al tacto se asemeja a una seda.

Cuando Anke empezó con su empresa...

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