Fujimorismo no consigue los votos para destituir al Presidente Kuczynski
Para deponer a PPK, el proceso requería 87 votos (dos tercios de los 130 posibles) en el órgano unicameral. Sin embargo, pese a los esfuerzos del fujimorismo (Fuerza Popular), solo llegó a 79 de los 109 legisladores que asistieron, con 19 en contra y 21 abstenciones. El resultado evitó lo que el Jefe de Estado y sus partidarios denominaban como un "golpe de Estado disfrazado" y un "ataque a la democracia".
La moción había sido presentada con 93 votos, menguados por las gestiones de última hora del oficialismo, que repercutieron en las bancadas de Nuevo Perú, Acción Popular, el Apra y Alianza para el Progreso (APP).
Así, PPK se salvó de convertirse en el cuarto Presidente peruano en ser vacado por dicha causal, tras José de la Riva Agüero (1823), Guillermo Billinghurst (1914) y el propio Alberto Fujimori (2000). Este último envió su carta de renuncia desde Japón, la que no fue aceptada.
Tras conocerse el resultado, el vicepresidente primero, Martín Vizcarra dijo que se van con "el espíritu democrático renovado". Mientras la segunda vicpresidenta, Mercedes Aráoz abogó por una "reconciliación nacional".
Anoche, el congresista César Villanueva (APP) resumió el desenlace: "Tenemos que cuidar la constitucionalidad, pero eso no quiere decir que estemos apoyando al Presidente, sino cuidando la gobernabilidad del país. Nos lleva a esta decisión el hecho que el Presidente pidió disculpas y, lo fundamental, es que prestamos atención a la calle, que está preocupada por esta situación. PPK tiene que mejorar sus reflejos políticos".
"Es una lucha entre la dictadura y la democracia", postuló Richard Acuña (APP).
Frente a lo que viene, el propio Juan Manuel Sheput, del oficialista Peruanos por el Kambio (PPK), admitió: "Se tendrán que hacer grandes gestos". De hecho, no descartó que "el gabinete podría ser multipartidario".
"Esta crisis no fue generada por FP, sino que por el propio Presidente", recordó Daniel Salaverry, jefe de la bancada fujimorista.
Kuczynski podrá completar su período, que se extiende hasta 2021 y que asumió hace apenas 18 meses tras vencer en el balotaje a Keiko Fujimori, líder de Fuerza Popular, el partido que ocupa 71 escaños en el Parlamento.
Sin embargo, deberá conducir un país inmerso en una grave crisis institucional y de desconfianza ciudadana hacia las autoridades políticas.
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