Fuerzas ucranianas se retiran de Debaltsevo en clara derrota ante los rebeldes prorrusos
Después de una dura resistencia y hostigados por los rebeldes, los soldados gubernamentales tuvieron que abandonar la ciudad que comunica los dos bastiones separatistas de Donetsk y Lugansk, donde se seguía combatiendo a pesar del alto el fuego alcanzado la semana pasada en Minsk.
"Esta mañana, las fuerzas armadas y la guardia nacional completaron la retirada planeada y organizada de Debaltsevo", afirmó Poroshenko desde el aeropuerto de Kiev, antes de viajar a la zona de conflicto, reconociendo así por primera vez una derrota del ejército en la lucha por la estratégica ciudad.
Según el Mandatario, un 80% de las tropas ya salió de Debaltsevo y pudo "manejar perfectamente el equipo militar: tanques, vehículos blindados, piezas de artillería autopropulsadas y transportes".
Poroshenko buscó dar así un aire positivo al retiro, pero la pérdida de la ciudad era claramente un revés devastador para el ejército, comenta The New York Times. Aún así, al evitar la captura, los soldados que lograron salir también evitaron la entrega a los rebeldes de una moneda de cambio de gran alcance.
Los ucranianos venían negando que la situación de sus tropas fuera crítica y, pocas horas antes de las declaraciones del Presidente, un portavoz militar había insistido en que seguían resistiendo en esta ciudad clave.
Sin embargo, los rebeldes contradicen las versiones oficiales y en vez de un repliegue de fuerzas hablan de la rendición de soldados desmoralizados, que habrían depuesto sus armas antes de abandonar la ciudad gracias a un corredor abierto por las milicias.
El subjefe del mando militar separatista en Donetsk, Eduard Basurin, llegó a decir que hasta 3.000 soldados gubernamentales habían muerto en los combates, una cifra no confirmada por otras fuentes y que podría ser parte de la guerra de propaganda que se desarrolla en paralelo a la contienda bélica.
La pérdida de la ciudad se produce a días de los acuerdos alcanzados por los líderes Vladimir Putin, Poroshenko, la Canciller alemana Angela Merkel y el Presidente francés, François Hollande, y que tienen como primer punto el alto el fuego que entró en vigor la medianoche del sábado.
"Lo más significativo de Debaltsevo es que demuestra, una vez más, que Putin no está interesado en mantener los acuerdos que negocia. Minsk II siguió el mismo patrón que Minsk I en septiembre. Rusia y los separatistas ganan victorias tácticas, obligan a todos a ir a la mesa de negociación, registran y legitiman estas ganancias, y...
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