La fuerza del agua - 15 de Julio de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 938298925

La fuerza del agua

E n el año 2015, durante las excavaciones para construir el entonces nuevo edificio de Arquitectura UC, en el Campus Lo Contador, se encontró un tajamar construido como parte de las obras de ingeniería que, a comienzos del siglo XIX, buscaban contención ante los posibles desbordes de los canales cercanos, como también del río Mapocho. Todo un hallazgo si se piensa que la facultad está a unos 300 metros de este último, y con varias casas de por medio. "Era una respuesta a un entorno fluvial. Todo Pedro de Valdivia Norte tiene suelos húmedos porque es la naturaleza del lugar. El río era más ancho y la ciudad lo fue restringiendo al ocupar sus llanuras aluviales -parte de su geomorfología- para generar suelo urbano. En los tramos centrales, el Mapocho tiene 42 m, pero aguas abajo, donde no está canalizado -de Pudahuel a Isla de Maipo-, alcanza entre 300 y 700 m. De alguna manera, el río quiere cobrar su espacio, y no olvidemos que se ha desbordado aproximadamente 37 veces en su historia urbana", explica Sandra Iturriaga, directora del proyecto Mapocho 42K Lab UC.La reflexión de la arquitecta es más relevante aún en estos momentos en que acabamos de vivir un evento climatológico de fuertes lluvias con isoterma alta, que provocó salidas de ríos y, por ende, miles de damnificados y poblados bajo el agua como el caso de Licantén, que volvió a inundarse -antes, en 1986 y 2008- por la crecida del río Mataquito, o Coltauco, que se anegó en un 80% por el desborde del Cachapoal. En un país que podría definirse, como dice Iturriaga, como un territorio cruzado por torrentes con dinámicas intensivas, donde los episodios de este tipo se repiten con mayor frecuencia cada vez, agudizados por el cambio climático, debiesen existir estrategias que permitan anticiparse y mitigar los devastadores efectos del agua.Jorge Gironás, profesor de Ingeniería UC e investigador de los centros Cedeus (Centro de Desarrollo Urbano Sustentable) y Cigiden, explica que los ríos en Chile son cortos y torrentosos: "No son navegables, son de alta pendiente, van de 6 mil a 0 metros en 200 km -lo que los hace más intensos-, y hay un transporte importante de sedimentos desde la cordillera y precordillera". Este es un escenario muy distinto a lo que ocurre en algunas ciudades europeas en las que, al haber más planicie y mayores extensiones, ríos como el Sena, el Támesis, el Rin o el Danubio pueden ser navegables, proyectando de este modo una imagen idealizada de los caudales.El...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR