Fuerte demanda inyecta optimismo
"Existe optimismo. Los comercializadores chinos necesitan una nueva temporada positiva de cerezas de Chile, pues es uno de los productos con mayor rentabilidad de la industria de la fruta importada. Los chinos están solicitando visas, quieren ir a Chile", sostiene Gonzalo Matamala, encargado comercial de Giddings-Cerasus para Asia.A los exportadores y agricultores la noticia no se les escapa. Tras un par de temporadas ausentes por la dificultad para salir y retornar a China, los compradores de ese país están volviendo a recorrer la Ruta 5, buscando cerrar tratos por cerezas desde Rancagua a Chillán.Tras un par de temporadas marcadas por puertos congestionados, inspecciones sanitarias extremas e intempestivos cierres de ciudades, el fin de las restricciones por el covid-19 decretado en diciembre pasado por las autoridades de China revivió el negocio de las cerezas.Las ventas de cerezas fluyeron sin mayores contratiempos y los comercializadores esta vez tuvieron tranquilidad para colocar la fruta, que volvió a ser la más rentable en China, en el principal mercado para Chile.Una noticia que cayó del cielo para la golpeada fruticultura, pues las cerezas son la mayor fuente de ingresos para el agro nacional.Aunque faltan casi dos meses para cosechar las primeras cerezas de la temporada 2023-24, las perspectivas son más que interesantes.Muchas exportadoras ya tienen recursos frescos adelantados por los compradores chinos. Mientras tanto los costos, desde envases de cartón hasta el transporte naviero, son menores a los del inicio de la temporada pasada.Como reflejo del buen ritmo de plantaciones de los años anteriores, en la temporada 2023-24 se proyecta un aumento de la producción. Aunque el Comité de Cerezas realizará su primera proyección de volúmenes en un par de semanas, los primeros cálculos gremiales apuntan a exportaciones cercanas a las 100 millones de cajas, un récord histórico.Eso sí todo puede suceder de aquí al comienzo de la cosecha, la llegada de El Niño promete una primavera con una mayor probabilidad de lluvias y de altas temperaturas.La comercialización también traerá su cuota de desafíos, pues el año nuevo lunar, el momento en que se logran los mejores precios en China, será el 10 de febrero, más de dos semanas más tarde que la última pasada. Sin el impulso de esa festividad, los exportadores deberán ingeniarse para sortear una demanda menos potente en las primeras semanas de enero.Todo esto en el contexto de uno de los mercados más dinámicos del mundo, en que se crean tendencias de comercialización que luego se imitan fuera de sus fronteras."En China sigue fuerte la tendencia del e-commerce , sobre todo con la aplicación Douyin, que es como se conoce a Tik Tok. Cada vez más influencers pequeños y medianos están vendiendo fruta al consumidor final mostrando las cerezas chilenas vía videos. Esta tendencia fue acelerada por la pandemia", sentencia Hernán Garcés Gazmuri, director ejecutivo de Garcés Fruit.Crecimiento con riendas cortasIsabel Quiroz, directora ejecutiva de iQonsulting, explica que en su consultora inicialmente habían proyectado un potencial de exportaciones de 500 mil toneladas."Sin embargo, la baja acumulación de frío de esta temporada afectará negativamente ese potencial, incluso hay que esperar el régimen que tendrá la primavera, especialmente las lluvias considerando que tenemos un año influenciado por El Niño. Sin considerar esto último y solo hasta el efecto de acumulación de frío invernal, podríamos tener un estimado de 480.000 toneladas de exportación, esto es un 15,7% más que el año pasado", afirma Quiroz.Para la experta, el principal contribuyente del crecimiento es que los huertos nuevos siguen creciendo en productividad, "aun así no se expresará el potencial de las 62.000 hectáreas actuales".En...
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