Las frutas feas también pueden ser ricas
La presentación de la Comisión Europea (https://www.youtube.com/watch?v=9K72SHEPOCE) finaliza con un mensaje que golpea: "90 millones de toneladas de comida se botan cada año en la UE".
La iniciativa se une al reciente -y renovado- llamado de la FAO a disminuir el desperdicio de alimentos, en un mundo donde cada año se pierde a lo largo de toda la cadena -desde la producción hasta el consumo final- un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano, lo que equivale a cerca de 1.300 millones de toneladas al año. Eso, a pesar de que el hambre golpea a 805 millones de personas en el planeta, es decir, una de cada nueve la sufre.
Esta pérdida, además, representa un desperdicio de los recursos e insumos utilizados en la producción, como tierra, agua y energía, incrementando inútilmente las emisiones de gases de efecto invernadero, indicaba ya en 2011 la FAO.
El impacto de la situación llevó a que ese organismo designara a 2014 como el año de lucha contra el desperdicio alimentario, tema que fue recogido por la Comisión Europea, que lo transformó en un desafío.
Y en los últimos años ello está implicando un cambio en el márketing de los alimentos, buscando mejorar la percepción y la forma de consumo.
El tema lo resaltó recientemente en una columna de opinión Charif Christian Carvajal, marketing manager de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile para Europa: "El problema, la UE lo intenta remediar, relajando sus normas de estética de las frutas y hortalizas desde el año pasado. Y más aún, para 2025, la Unión Europea aspira a reducir en 30% el nivel actual de pérdida de alimentos, para lo cual implementarán varias iniciativas de carácter regulatorio, e incluso acciones informativas, con el objeto de crear conciencia sobre la situación".
Por ello, en Europa varias cadenas de supermercados tomaron la idea y están planteando, con éxito, campañas de consumo, colocando en góndolas muy a la vista la nueva oferta de "frutas feas", dándoles diferentes nombres y con diversas promociones, como dos por uno, y otras.
La iniciativa abre posibilidades, si se transforma en tendencia, a un volumen considerable de productos que por ahora Chile no puede exportar, aunque son intachables en su sanidad, inocuidad y características organolépticas, pero tienen fallas, como deformaciones, en su estética externa. Hasta ahí, son iniciativas plausibles y positivas, pero también desde una mirada crítica, pueden tener reparos, porque algunos advierten que...
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