Frustrada nominación a Corte Suprema - 16 de Mayo de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 784588873

Frustrada nominación a Corte Suprema

Con la decisión del Gobierno de retirar la postulación de la ministra Dobra Lusic como candidata a la Corte Suprema en el cupo que había dejado el ministro Milton Juica, ha culminado un episodio de innecesario desgaste político, institucional e incluso para la persona de la propia magistrada. En atención a la falta de apoyo que había podido anticiparse en los últimos días para enfrentar la votación en el Senado, habría sido ella quien finalmente habría declinado la postulación, comunicándoselo así a la autoridad. Esto, luego de que se conocieran una serie de antecedentes que ponían en duda la viabilidad de su aprobación por la Cámara Alta; aunque varios de ellos fueron aclarados por la ministra durante su concurrencia a la comisión del Senado, con posterioridad a esta salieron a la luz nuevas informaciones sobre supuestas influencias ejercidas en favor de algún candidato a un cargo como auxiliar de la administración de justicia. Cuestionables dichos formulados por ella en la propia comisión respecto del rol de la prensa debilitaron aún más su postulación.Contribuyeron también a sellar el destino de la candidata las declaraciones del vocero de la Corte Suprema haciendo presente que, si los antecedentes referidos hubieran sido conocidos por el Pleno al momento de la conformación de la quina, probablemente el resultado habría sido distinto. Ello, aunque las palabras del magistrado también abren una interrogante respecto de la forma en que la propia Corte enfrenta estas votaciones y de su celo para reunir toda la información necesaria para adoptar una buena decisión.Sin embargo, más allá de la coyuntura, lo ocurrido impone una mirada de conjunto al sistema de designación de ministros del máximo tribunal. Este contempla la participación de los tres poderes del Estado, de modo que es la propia Corte la que confecciona una quina de la que el Presidente de la República elige un nombre que luego debe ser ratificado por el Senado. En principio, esta participación de distintos poderes es un buen mecanismo para garantizar unos ciertos equilibrios, pues fuerza a buscar consensos en torno a los nombres de los candidatos. Sin perjuicio de ello, el sistema también propende a un explícito cuoteo político, en que los distintos sectores entienden a los candidatos como "propios" o "afines", de modo...

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