Frente a la violencia, un primer paso - 28 de Noviembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 827885849

Frente a la violencia, un primer paso

A medida que pasan las semanas, la crisis en que se encuentra sumido el país ha ido derivando en direcciones que no convergen. Por una parte, la agenda social y el proceso constituyente aúnan los esfuerzos del Gobierno, el Congreso y los partidos por dar cauce institucional a las demandas de la población. Por otra, la violencia de turbas organizadas sigue asolando las principales ciudades. La jornada del martes -con casi un centenar de acciones violentistas, más de 130 heridos e imágenes en que confluyeron el dramatismo de los ataques y el descaro de los vándalos- fue una de las peores desde la firma del acuerdo constitucional, pero además mostró que ni este -con todo su valor- ni el importante esfuerzo social en desarrollo tienen la capacidad de detener la dinámica destructora. Ejecutada esta por una mezcla de grupos antisistémicos y lumpen, su acción resulta en los hechos favorecida por ciertas organizaciones sociales y partidos, como el PC, empeñados en alentar manifestaciones y paros que sirven de campo propicio para su despliegue, creando un escenario que incluso dirigentes históricos del Partido Socialista han calificado como de "ataque al Estado de Derecho". Mientras esta situación persista, la vida de los ciudadanos seguirá signada por la incertidumbre, con consecuencias imprevisibles.En efecto, el funcionamiento de una sociedad requiere de mínimas certezas que permitan a las personas desarrollar sus actividades cotidianas y planificar su futuro. Son estas certezas -desde cuestiones como acceder a un medio de transporte para movilizarse, hasta saber que no verán en riesgo su integridad por ataques contra sus lugares de trabajo o por las amenazas de vándalos que los detienen en las calles- las que hoy aparecen bajo cuestión. Así, la violencia interrumpe la posibilidad de las personas -y también de organizaciones y empresas- de hacer proyecciones, imponiéndoles la preocupación por la precariedad del presente. Ello paraliza las decisiones y el progreso, el que históricamente solo pudo ser posible una vez que el proceso civilizatorio entregó el monopolio de la fuerza al Estado.Este principio fundacional de la vida en sociedad, que hasta hace pocas semanas resultaba obvio, parece haber dejado de serlo. Así, paradójicamente, mientras se discuten las reglas que regirán la deliberación de una eventual Convención Constituyente, otras mucho más básicas para la vida en común están siendo cotidianamente sobrepasadas. Parece, sin embargo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR