Fragilidad democrática II - 28 de Diciembre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 853502937

Fragilidad democrática II

En la columna anterior del mismo título señalé que nuestra primera democracia, malograda en 1973, alcanzó un alto grado de perfección en sus aspectos formales, pero que en términos reales fue inconsistente, porque las condiciones sociales -pobreza e incultura masiva- la tornaron vulnerable. También aludí a circunstancias políticas como factor debilitante, que es lo que ahora abordo.Se trata de los partidos políticos. Actores que desde el siglo XIX se perfilaron como parte decisiva del sistema republicano, aunque ni entonces ni después estuvieron sujetos a regulación, ni constitucional ni legal. Incluso las leyes electorales (siglo XX) los potenciaron, al punto de hacer casi imposible levantar candidaturas independientes. Anomalía que con el tiempo indujo a fomentar, por otra parte, una serie de imperfecciones que corroyeron el funcionamiento democrático.Sus autoridades eran elegidas mediante procedimientos artificiosos que les restaban legitimidad y respeto. De manera que, faltando disciplina, las posturas "díscolas" no tenían sanción y se hizo costumbre desvincularse como militante para unirse a otra tienda o crear una nueva, cundiendo así el fraccionamiento partidista. Graves fueron las prácticas de las bancadas oficialistas para intervenir sin ambages en materias propias del Ejecutivo; por ejemplo, mediante el "cuoteo". Los partidos gobiernistas exigían ministerios, subsecretarías, jefaturas de servicio y quien era escogido ministro no aceptaba la nominación sin la autorización previa de la directiva partidaria, además de otras interferencias. Así, el Presidente, para contar con apoyo...

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