Para formar dirigentes estudiantiles - 15 de Agosto de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 394137226
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Para formar dirigentes estudiantiles

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Vincent

Cuando hace unos meses el actual presidente de la FECh se me acercó para preguntarme sobre el plan de formación para dirigentes estudiantiles que me toca desarrollar, quedé perplejo.

Parecía que con su trato muy amable y con su genuino interés por el tema, podríamos iniciar un intercambio interesante de experiencias.

Las nuestras, las de quienes trabajamos en el proyecto de Jaime Guzmán, cuentan ya con 45 años de trayectoria. Las suyas, las de quienes han conmovido los ambientes estudiantiles en los últimos 15 meses, son muy variadas, a veces completamente inorgánicas, pero -según él mismo me lo hacía ver- buscan el modo de institucionalizarse en una fundación y en unos programas estables.

Pero no pasamos de esa informal conversación. Fue una pena no concretar nada.

Me temo, eso sí, que sólo habríamos coincidido en lo mínimo, ya que lo que las izquierdas esperan hoy de un dirigente estudiantil es exactamente lo contrario de lo que se procura incentivar en los jóvenes cuando la formación está a cargo de quienes iniciamos hace décadas nuestra andadura en el gremialismo universitario.

Ellos y nosotros -por cargante que resulte esta terminología- seguimos distanciándonos.

A las izquierdas les interesa un joven de 15 afirmaciones, de cinco actitudes, de un solo objetivo. Las primeras se aprenden en asambleas; las segundas se adquieren y practican en las elecciones y en las manifestaciones; el tercero viene definido desde la ideología.

Son afirmaciones como "El lucro es siempre un robo", apoyadas en actitudes como "te funo porque te atreves a oponerte a mi postura" y centradas en el objetivo fundamental, "que se acabe la explotación capitalista."

Si un joven se maneja en esas coordenadas con soltura y audacia, va abriéndose camino como dirigente en las más variadas izquierdas; pero detrás no hay más que uno que otro librito por respaldo, ni más que una polerita estampada con el Che por distintivo.

Así, les cuesta poco tiempo y poco esfuerzo sobresalir, ser entrevistados, subir, conducir, ser electos y, finalmente...

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