Cómo fomentar las habilidades de pensamiento científico que desde este año evalúa la PSU
"Se busca abrir espacios para razonar y valorar la evidencia que se presenta. El no decir que algo es así porque otros me dijeron", comenta Patricia López, directora de la carrera de Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales de la Universidad Alberto Hurtado, además de impulsora de la metodología de Educación en Ciencias Basadas en la Indagación (ECBI), que hace algunos años comenzó a promocionar el Ministerio de Educación.
Desde 2015, el impulso de llevar el pensamiento científico al aula también se refleja en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) de Ciencias, que por primera vez -y a través de nueve preguntas- medirá esta habilidad particular.
"Desde mi punto de vista, este vuelco implica que la PSU pueda tornarse más personal. Comienza a tomar en cuenta cómo piensan y resuelven problemas los estudiantes", opina Isabel Bravo, profesora de Biología del colegio San Francisco Javier de Huechuraba y docente ganadora del premio EdUCiencias 2014.
En la práctica, el cambio implica que la prueba tendrá más preguntas en las que se pedirá deducir a través de esquemas y menos en las que solo predomine la memoria.
"El beneficio de su desarrollo permite mejorar la capacidad de razonamiento y habilidad para pasar de nociones básicas a complejas, relacionando ideas, aprendiendo a resolver problemas en situaciones aplicadas a la disciplina, así como a extrapolarlo a la vida real", dice Bravo. Un ejemplo sería mirar un gráfico que muestra el aumento de la temperatura de la Tierra y deducir que el hombre tiene alguna injerencia en este cambio.
"Cuando se lo planteo a mis estudiantes y les hablo del propósito e importancia de hacerlas parte de nuestro quehacer en el aula, lo enfoco como un desarrollo de habilidades para la vida, que fomenten su desarrollo personal y social, de manera que puedan desenvolverse en diversas situaciones y resolver problemas disciplinares y cotidianos desde una postura consciente de respeto por los demás, por el entorno y por las futuras generaciones que compartirán dicho entorno", explica la profesora.
Con ella concuerda el biólogo Víctor Pino, coordinador del preuniversitario solidario de la Universidad Federico Santa María y responsable de las experiencias del programa "Aprendiendo a Hacer Ciencias" de esa institución. Se trata de talleres prácticos que se realizan todos los sábados para estudiantes de 4° medio.
"El pensamiento cotidiano corresponde al proceso mental de analizar y tratar de explicar procesos y fenómenos...
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