Fluctuaciones cambiarias sin grandes perdedores - 12 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 560779634

Fluctuaciones cambiarias sin grandes perdedores

El euro ronda su nivel mínimo de los últimos 12 años frente al dólar luego de que el Banco Central Europeo (BCE) diera inicio a su plan de compra de bonos. El abaratamiento del euro es una espléndida noticia para Europa puesto que fortalece sus exportaciones y, por ende, su crecimiento, y eleva el precio de sus importaciones, lo que ayuda a combatir la amenaza deflacionaria.

El panorama no es tan alentador en Estados Unidos. El fortalecimiento del dólar frente al euro y una serie de monedas, entre ellas varias divisas latinoamericanas, reducirá el crecimiento, disminuirá las exportaciones y dificultará la labor de la Reserva Federal para elevar la inflación de doce meses a cerca de 2%, la meta de la entidad.

Esta clase de situaciones dan pie a que se comience a hablar de una guerra de divisas, es decir, un país que trata de salir del atolladero empobreciendo al vecino, como ocurrió en los años 30.

Se trata, sin embargo, de una interpretación equivocada de los años 30 y del presente. Tanto en la década de los 30 como ahora, cuando un país implementa una política de estímulo monetario que deprecia el valor de su divisa, a menudo otras naciones siguen el ejemplo y el resultado es una inyección monetaria global que ayuda a todos.

A inicios de los años 30, el valor de la mayoría de las divisas tenía una paridad con el oro, lo que significa que estaban estrechamente ligadas la una con la otra. Cuando Gran Bretaña abandonó el patrón oro en 1931, varios de sus socios comerciales y ex colonias hicieron lo mismo. Sus exportaciones lograron una ventaja competitiva contra las de los países que siguieron en el sistema, como Francia y EE.UU.

Esto, sin embargo, no era el principal beneficio de la devaluación. Para mantener la paridad entre una moneda y el oro, las autoridades estaban obligadas a mantener tasas de interés prohibitivamente altas. Una vez que una economía salía del patrón oro, el banco central estaba en condiciones de reducir las tasas de interés e imprimir dinero. Barry Eichengreen, profesor de la Universidad de California, en Berkeley, dice que este impulso monetario ayudó a derrotar la deflación y apuntalar el gasto y la inversión. Esto, a su vez, fortaleció la demanda por exportaciones, lo que contrarrestó parte del daño causado a otros países por la devaluación. La respuesta adecuada de otros países, escribe Eichengreen, es realizar una política monetaria expansiva si el otro país impone una política monetaria expansiva y depreciar la...

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