Sin filtro - 7 de Noviembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 586423822

Sin filtro

Marta Larraechea, la recordada ex Primera Dama, la guardiana del legado de su marido, el ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, la ex concejala por Santiago, la madre de cuatro hijas, abuela de 12 nietos, la mujer francota, sin pelos en la lengua, no quiere hablar, ni menos acordarse de la descompensación que la tuvo grave hace un año.

-No me gusta acordarme ni hablar de las cosas desagradables. Yo tengo lo mismo que tenía mi papá: la capacidad de borrar las cosas que me molestan -dice sentada en el living de su casa, en Las Condes, el lugar donde vive desde hace 43 años con Eduardo Frei.

Pero luego cuenta:

-No fue un infarto como se dijo, fue una descompensación en los bronquios, producto de una bronquiectasias que tengo hace mucho tiempo, porque fui muy fumadora. Afortunadamente, después de este episodio -un, dos, tres, toco madera- lo tengo sumamente controlado.

La historia del colapso de Martita Larraechea es así: venía llegando de un viaje, y en vez de descansar, se puso a hacer cosas, porque sus hijas la iban a visitar. No se sentía bien, pero siguió. En la noche se comenzó a ahogar, los puff no le hacían nada. Pensó que iba a dejar de respirar, se desesperó y tanto se ahogó que metió la cabeza al freezerpor si acaso.

-Y ahí colapsé. Me llevaron a la clínica, me hicieron exámenes para qué te digo, a la cabeza, al corazón, todo lo que te puedas imaginar. Pero ahora estoy bien, nunca más he tomado remedios que no debo.

-¿Tomaba remedios que no debía?

-A raíz de lo que tuve, se me pasó esa bronquitis crónica; entonces, tiene que haber sido algún remedio que me hacía mal. Es que me quitaron todo lo que tomaba, yo era como tonta para tomar medicamentos, la farmacia era una pastelería para mí. Yo entraba y compraba y compraba remedios, y me los tomaba. Me automedicaba, nomás. Después de esto me los agarraron todos, me los botaron a la basura y se acabó.

Ahora dice que ve a los doctores cuando debe, que se ha puesto súper responsable con su salud, que no compra medicamentos "a tontas y a locas", y que ya se acabó, que no hay para qué hablar más de eso.

-Mi papá pensaba que hablar de enfermedades era lo más ordinario que podía pasar y cada vez que alguien se quejaba, él decía: "Momentito, aquí cada uno con sus dolores para callado, no hay que andar ventilándolos". Mi papá empezó a gritar de noche y mi mamá le decía: "¿Qué te pasa?". "Nada, tengo pesadillas". Al final tenía un cáncer y gritaba por el dolor. Por eso soy así, creo.

Marta Larraechea y Eduardo Frei cumplirán 48 años de casados este año.

-Si tú me preguntas qué me faltó en la vida, creo que debí haber vivido alguna vez sola, debí haber vivido la experiencia de haberme hecho cargo de mí misma, pagar arriendo, correr con los gastos, pero pasé de mi mamá a Eduardo.

Martita Larraechea dice que no hay secreto para los matrimonios largos. De hecho, algunas de sus hijas están separadas.

-Uno nunca puede dar consejos, porque nadie es igual a nadie. Lo que sí te puedo decir es qué importantes son el amor y el respeto. Pero hoy también se da el tema del desamor, que antes existía, pero uno aguantaba, nomás. Ahora te dicen: "Ya no estoy enamorada", y tú, ¿qué le vas a decir?: "¿Aguanta?". Antes te decían eso, pero hoy no. Los jóvenes ya no están dispuestos a vivir así.

Dice que para ella y su marido no ha sido tan complejo enfrentar los fracasos matrimoniales de sus hijas.

-Al principio fue muy duro para Eduardo, pero después pasó. Hay cosas mucho peores.

Como cuando el ex Presidente estuvo en la UTI hace 10 años, debatiéndose entre la vida y la muerte.

-Él tuvo problemas a la próstata, se hacía exámenes periódicos cuando le subía el ácido prostático. Le pasaba seguido; entonces, un día le dije que se operara. Tenía pánico escénico el pobre, con toda razón, por lo que le había pasado a mi suegro. Cuando lo operaron quedó mal, le dejaron un hematoma y nadie se había dado cuenta. Tuvimos que volver a la clínica. Olvídate lo que fue decirle que tenía que operarse de nuevo, igual como le había pasado a su papá. Le conté yo, fue un proceso atroz. Cuando lo operaron, me dijeron que estaba regio, pero luego lo vi y saltaba, estaba ahogado, le habían dejado agua en los pulmones. Lo agarraron y se lo llevaron.

Frei estuvo más de una semana en la...

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