La filosofía antigua como medicina del alma - 19 de Diciembre de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 879186466

La filosofía antigua como medicina del alma

Mantener la calma incluso frente a Calígula, el sangriento emperador que rigió por cuatro años los destinos del Imperio Romano, entre el 37 y el 41 de nuestra era. Séneca, filósofo estoico y senador, fue testigo de ese régimen, y tras él escribió "Sobre la ira", donde llama a alejarse del miedo y otras pasiones que pueden gobernarnos, hacernos perder la razón y la libertad si no las reprimimos, si no mantenemos la serenidad; pasiones como la ira que dominaba a Calígula: "Por su causa ha habido asesinatos, envenenamientos, calumnias, razas exterminadas", escribe Séneca. "Sin serenidad no hay grandeza", agrega.Parte de ese ensayo está recogido en "El arte de mantener la calma", un pequeño volumen publicado por la editorial española Koan en su colección Sabiduría clásica, que incluye otros cuatro títulos: "El arte de dar y recibir", también de Séneca; "El arte de envejecer" y "El arte de cultivar la verdadera amistad", de Cicerón; y "El arte de ser libre", de Epicteto. Son libros parte de una tendencia editorial que recupera y revisa filosofías antiguas, las escuelas helenísticas, en particular el estoicismo, el epicureísmo y el escepticismo."La idea de una filosofía práctica y compasiva -es decir, una filosofía al servicio de los seres humanos, destinada a satisfacer sus necesidades más profundas, hacer frente a sus perplejidades más urgentes y llevarlos de la infelicidad a un cierto estado de florecimiento- es una idea que hace de la ética helenística un objeto de estudio cautivador para un filósofo que se pregunta qué tiene que ver la filosofía con el mundo real", escribe Martha Nussbaum en "La terapia del deseo" (Paidós), libro recién reeditado. "Todas las escuelas filosóficas helenísticas de Grecia y Roma", dice la autora, "concibieron la filosofía como un medio para afrontar las dificultades más penosas de la vida humana. Veían al filósofo como un médico compasivo cuyas artes podían curar muchos y abundantes tipos de sufrimiento humano".Una visión de mundoNo todos los emperadores de Roma fueron como Calígula. Hubo un emperador estoico, Marco Aurelio, que condujo al imperio a uno de sus momentos de mayor esplendor, y que, en la última etapa de su vida, llevó un cuaderno: sus "Meditaciones" son un clásico y acaban de ser reeditadas en el sello Taurus. En "Lecciones de estoicismo" (Taurus), el filósofo John Sellars, profesor de la U. de Londres, recuerda que esas reflexiones las han leído desde Federico el Grande a Bill Clinton, no solo...

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