La fiesta (y la crisis) en el último secreto de Galicia - 21 de Abril de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 432925310

La fiesta (y la crisis) en el último secreto de Galicia

-Me parece que si esto no cambia, pues no podremos salir. Las imágenes se estropean con el agua.

El agua corre calle abajo y el diario dice que en Ferrol sólo no ha llovido en 16 días de lo que va del año. Y es miércoles de Semana Santa, los días más importantes de todo el calendario para la ciudad: turistas de toda España vienen a ver las procesiones que las cinco cofradías existentes, más de 3 mil hombres, hacen por las calles, día y noche, desde el siglo 17, para representar la Pasión y Resurrección de Cristo.

Al lado de Javier está colgado el traje típico de la fiesta: una túnica muy amplia que se corona con una capucha puntiaguda, similar a la que popularizara el Ku Klux Klan en Estados Unidos, pero que acá sirve, desde los tiempos de la Inquisición, para que los pecadores sean castigados socialmente por el resto del pueblo, cargando pesados tronos religiosos, aunque sin mostrar nada más que los ojos.

El bisabuelo, abuelo y padre de Javier cargaron esos tronos y él, desde los 16 años, también lo hace, en una tradición familiar que sólo se ha interrumpido por fuerza mayor: durante la Guerra Civil y durante el gobierno de Francisco Franco, cuando salir encapuchados a la calle no era la mejor de las ideas.

-Nuestros padres no aceptaron hacerlo a rostro descubierto, así que por unos años se suspendió. Ninguno de nosotros, los más jóvenes, siquiera se lo plantea; sólo lo hacemos y salimos porque para los ferrolanos son muy importantes las tradiciones. Algunos de los compañeros ni son tan religiosos. Yo la primera vez lo hice como penitencia para una manda. Alguien cercano estaba muy enfermo.

-¿Y funcionó?

-La verdad que sí.

Javier muestra el resto de la exposición, mientras habla con un hombre mayor que vino hoy sólo para ver una foto de su padre, un cofrade de 1909. Javier lo lleva hasta la imagen de atrás: es uno de los fundadores.

-¿Y por qué pedirás este año?

Javier, como el 53 por ciento de los jóvenes españoles, está cesante. Trabajaba en Movistar, pero el año pasado, por recortes presupuestarios, lo despidieron. No ha encontrado trabajo desde entonces.

-Me parece que hay bastante para pedir esta vez.

El barrio de la Magdalenaes el corazón del llamado Ferrol Ilustrado: fue creado por arquitectos en el siglo 18 para que las clases altas de la ciudad, sobre todo oficiales de la marina y técnicos en la construcción de barcos, tuvieran su espacio aparte de los trabajadores. La ciudad estuvo siempre ligada al mar: la corona española, en los 1700, mandó a construir los astilleros más grandes del mundo en ese entonces, además de un imponente Arsenal que hoy, al visitarlo, más parece un palacio de lujo que el lugar donde, en algún momento, se guardaron armas.

En la Magdalena la orientación marítima es difícil de pasar por alto: los balcones de hierro forjado y galerías de cristal están inspiradas en los castillos de popa de los barcos. El barrio tiene la forma de un rectángulo de chocolates, con seis grandes calles cortadas por nueve perpendiculares simétricas. En una de ellas, calle María, se encuentra un hito que los folletos turísticos de la ciudad suelen obviar: la casa natal de Francisco Franco. Por años la ciudad estuvo marcada por la imagen del dictador, quien incluso llegó a cambiarle su nombre en 1938, cuando pasó a llamarse El Ferrol del Caudillo, denominación que duró 44 años.

-!Que caudillo¡ Acá se le conocía como Paquito -dice un vecino, ya mayor, cuando se le piden indicaciones.

Hoy apenas una placa muy poco visible desde el exterior, y que ha recibido variados atentados, recuerda el lugar. No se puede visitar salvo permiso expreso de los familiares. La sola mención del tema, preguntar por la casa, suele...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR