El festival de los shows paralelos en clave rock, reggae y electrónica
Pura fuerza cómplicePixies:Hubo momentos en que el público parecía caer en una suerte de descontrol. En que los saltos, los puños en alto, los gritos y las estrofas coreadas se perdían en la oscuridad. El teatro La Cúpula en plena capacidad y sobre el escenario una tenue luz que proyectaba a los cuatro integrantes de la banda Pixies.
La noche del viernes marcó el regreso de los estadounidenses al mismo escenario al que llegaron en 2010. Pero esta vez la cita tuvo los rasgos de un esperado reencuentro musical: la emoción de los fanáticos, los altos momentos que provoca el sonido de sus canciones más reconocidas y, sobre todo, esa complicidad que logra una banda con la fuerza de un auditorio. Pixies fue eso: pura fuerza cómplice.
A eso de las 20:40 subió el grupo formado por Black Francis, David Lovering, Joey Santiago y Paz Lenchantin, quienes lograron altos momentos con sus clásicos repartidos a lo largo de sus 100 minutos de show: el coro generalizado de "Here comes your man", que se hizo escuchar justo en la mitad del show; la nostalgia de "Wave of mutilation", al inicio; también las celebradas "Hey" y "Where is my mind", que sonaron al final del espectáculo, y en total intimidad.
El grupo que anunció un nuevo disco a dos décadas de su última producción en estudio también respondió a su fanaticada cómplice con la solemnidad de un ritual. Joey Santiago lo demostró cuando al final levantó su guitarra haciendo un tributo al ruido, a los instrumentos y al rock.
Luchando con el ruidoJulian Casablancas:Todo partió tan tarde la noche del viernes en el Club de la Unión que incluso los músicos de la banda de Julian Casablancas pasaban el rato compartiendo unos tragos en el sector Vip del lugar, mientras la gente hacía su ingreso al céntrico local capitalino.
La entrada tenía impresa las 21:00 horas, pero recién entonces se abrieron las puertas del recinto. A las 22:40 el dueño del micrófono en The Strokes subió vigoroso a un inédito escenario para el rock. Un tablado que debería significar un debut y despedida por la pésima acústica del espacio que hizo recordar los peores pasajes de conciertos realizados en la Estación Mapocho.
Pero de eso el músico neoyorquino ni se enteró. Las primeras filas de fanáticos, tampoco, que celebraban cualquier movimiento de la voz de "11th dimension" que salía en exceso metalizada. Casablancas repasó en un breve set de 12 canciones, temas de su banda madre como "Take it or leave it" o "Instant crush" de Daft Punk...
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