Internet es una tierra fértil para tener múltiples personalidades
También es posible ser un usuario lúdico: usar un avatar en vez de una foto propia. Usar un nombre de fantasía o nickname en vez del verdadero. Jugar a ser otra persona, generalmente más osada que en la vida real, para poder decir cosas audaces, bajo la supuesta idea de que no está siendo identificada.
¿Qué es mejor? ¿Dar la cara o ser un anónimo cartoon ? Depende. Algunos, como Eric Schmidt, de Google, o Randi Zuckerberg (hermana del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg), creen que lo que debe imponerse es la identidad real. Randi dijo en un debate que era necesario terminar con el anonimato en internet para poner fin a acciones de acoso. Desde su punto de vista, los usuarios se portan mejor cuando utilizan sus nombres reales.
"La verdad es que hay como dos internet: la pública, abierta, donde navegas sin identificarte y que es totalmente anónima. Y la web cerrada, donde tienes una cuenta y entras a un universo como Facebook, que es tan grande, que le compite a la otra web. Mucha gente publica sus opiniones en Facebook pensando que ésa es la web", dice José Miguel Piquer, académico del departamento de ciencias de la computación de la Universidad de Chile.
Miguel Arias, psicólogo que lleva varios años estudiando el comportamiento de los chilenos en las redes sociales, cree que las nuevas tecnologías están permitiendo la coexistencia de tres tipos de realidades: la análoga, la digital y la aumentada. "Va a llegar un momento en que vamos a mirar a una persona a través de una especie de lente de contacto que nos dirá todo sobre ella".
Será cosa de tiempo, dice Arias. El suficiente para que los nativos digitales crezcan y sean los usuarios mayoritarios de internet. "Nacieron en este mundo y no tienen miedo. Los nativos digitales tienden a configurar su avatar con nicknames en Facebook y tienen distintas personalidades. En un estudio acerca de Fotolog llegamos a identificar hasta siete cuentas de una misma persona. En lo digital hay mucho más control de tu imagen, de tus sentimientos, el tipo de foto, el tipo de mensaje que quieres dar sobre ti mismo".
Los adultos, en cambio, los inmigrantes digitales, son más castigadores. Les cuesta aceptar esta poca privacidad.
El psicólogo cree también que hay que aprender a tener un equilibrio entre la imagen digital y la imagen análoga y que lo más probable es que, en la medida en que se crece, todas las identidades tiendan a confluir.
"Tengo la impresión de que por eso a los políticos no les gusta este...
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