La férrea conexión que ata a Mario Salas y José Luis Sierra - 2 de Octubre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 583680458

La férrea conexión que ata a Mario Salas y José Luis Sierra

Gualberto Jara, testigo de la convivencia en Macul, respalda: "Dos jugadores muy diferentes, 'Coto' aportaba el talento, el último pase; Mario el temperamento y la lucha permanente, era un líder, inquieto, preguntaba, anotaba, compartía el seguimiento que hacíamos a lo rivales. Los dos muy futbolizados, grabábamos mucho fútbol, partidos internacionales, discutíamos y analizábamos el juego".

Salas y Sierra fueron presentados en la Noche Alba de 1996, pero antes compartieron en Unión Española. "Eran muchachos preparados, que estaban por sobre la media, muy amigos, compartían habitación casi siempre o bien con Juan Carlos González, que también venía de Unión. Gente que piensa, solidarios y ayudaban a ordenar el grupo", detalla Luis Muñoz, ex coordinador en Pedrero.

Sierra bromea a veces con las bondades futbolísticas de Salas, cuyo pasado en el rubgy estigmatizó su afán por la refriega. "Perdimos un título ante Católica el 97 (Apertura), porque (Mario) quedó suspendido del primer partido", festinó ayer.

"El 'Coto' desde que tenía 20 años entendía bien el juego y ya hablaba de fútbol, lo que era raro", dice Ítalo Traverso, ex PF hispano. ¿Alguna vez se distanciaron? "Nooo, Mario se sintió un poco cuando el 'Coto' no lo invitó a su despedida, pero fue algo menor", dice el preparador físico.

Sí viajaron juntos a la despedida de Claudio Núñez en Monterrey, en un clásico regiomontano. "Tuvieron la grandeza de venir, lo mismo el 'Coca' (Mendoza). Al 'Coto' la afición lo conocía, porque jugó en Tigres, pero no a Mario, en el camarín tuve que explicarle al resto que también había sido seleccionado. Dos tipos de primera, que se levantaban consumiendo fútbol. Como técnico están bien perfilados, con distinto estilo, Mario es puro temperamento y el 'Coto' es más pasivo", cuenta el "Diablo" desde Nuevo León.

En el INAF coincidieron un año, porque Sierra interrumpió sus estudios. No pasaron desapercibidos por el recinto de Quilín. "Dos alumnos, cada uno en su momento, bastantes inquietos y perfeccionistas, querían aprender más, pedían lecturas complementarias, aportaban en las clases, estaban en punta en la teoría y muy buenos en lo práctico. Sus sesiones de trabajo eran de verdad de las mejores. Mario ya tenía el tono actual, impulsivo, buscando intensidad. Sierra más pensante, mesurado, pero ambos reflexivos", dice el jefe de carrera Luis Rodríguez, también ex compañero de ambos en Santa Laura.

Mientras el técnico de la UC se graduó en 2006 con la memoria...

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