'A Felipe lo extraño cada día más' - 18 de Agosto de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 394456254

'A Felipe lo extraño cada día más'

Ese 2 de septiembre de 2011, tras esa llamada telefónica, Jorge Camiroaga sólo quería volver a Chile lo antes posible.

No poder estar aquí fue muy duro. Cuando llegué me puse a esperar qué sucedía, si aparecía, si no aparecía dice el padre del ex animador del Buenos días a todos. Esta es la primera entrevista que da desde que ocurrió la tragedia.

Llegó a su casa al día siguiente. A esas alturas ya estaba más o menos claro de que no había sobrevivientes. Ya había salido el alcalde de Juan Fernández diciendo que no iban a encontrar a nadie vivo y el ministro de Defensa, Andrés Allamand, ya estaba en la isla liderando la búsqueda.

Lo que vino después la incertidumbre, la búsqueda, el duelo aún lo emociona.

Felizmente apareció con (Roberto) Bruce y con (Felipe) Cubillos dice.

Â

El animador siempre habló de él: que había sido muy buen padre, que había sabido criar solo a sus tres hijos, que era un hombre recto que le había inculcado valores. Pero eso no significa que estuvieran siempre en contacto. Había períodos en que cada uno hacía su vida. Los meses previos a ese 2 de septiembre habían sido así.

Desde que se compró su campo en Chillán hasta que tuvo el accidente, yo prácticamente no lo veía. El campo se había transformado en algo muy importante para él, entonces los fines de semana se iba a Chillán, allá maestreaba, arreglaba cercos. Quería, en tres meses, hacer el campo que no se había hecho en toda su vida cuenta Camiroaga Puch.

Muchas veces el tiempo también se les había hecho escaso. El padre cuenta que una vez fue tal su necesidad de hablar tranquilo con Felipe que aceptó ir en un avión al sur, sólo para poder estar con él un rato.

Él siempre me invitaba, pero yo le tenía susto a volar. Esa vez tuve que aceptar. Él iba piloteando la avioneta, todo estuvo bien hasta que llegamos cerca de la pista de aterrizaje y salió un viento del diablo que empezó a mover el avión de lado a lado. Yo estaba muy asustado, pero me asusté más cuando Felipe se persignó. Ahí dije: "Hasta aquí no más llegamos". Al final no pasó nada, aterrizó sin problemas cuenta con una sonrisa.

Este 2012 ha sido un año de fe, dice. En ella se ha refugiado para poder hacer su duelo con tranquilidad. Conformarse. En el proceso lo ayudó la psicóloga Pilar Sordo con un artículo que escribió después de la tragedia.

Ella puso que uno no puede arrancar del dolor, que hay que tocarlo, acariciarlo y además hacerse amigo para que pase rápido y deje los aprendizajes que tiene que dejar. Y eso he hecho. Pero soy honesto, mi dolor permanece, está ahí y aprendo cada día a vivir con él. Los primeros meses lloré mucho, fueron días terribles. Buscaba estar solo para sentarme a llorar, dolía, pero sabía que me iba a hacer bien. Estoy convencido, y ahora más que nunca, que el llanto es como el estornudo y la tos: sirven para algo, le hacen bien al espíritu.

Dice que no hay un día en que no se acuerde de su hijo.

Hasta el día que me muera va a estar conmigo.

Mucha gente dice que ha visto a Felipe o que lo ha sentido. ¿Usted cree en eso?

Yo lo vi. Fue dos meses después del accidente. Estaba en una sesión de imanes, en un relajamiento absoluto, con los ojos cerrados y en un momento abro...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR