La paz con las FARC y las repercusiones de La Haya marcarán el 2013 de Santos
"Colombia pesimista", escribió en diciembre la revista Semana, una nota en portada, ilustrada con una cara redonda, triste y amarilla. El artículo y un sondeo describían cómo la popularidad del Presidente Juan Manuel Santos y la confianza de los colombianos en el rumbo del país se desplomaron después del fallo de La Haya, que mantuvo los cayos e islas en disputa para Colombia, pero que dio a Nicaragua dos tercios de la porción de mar que demandaba.
A menos que ocurra un terremoto político, o uno de verdad, dos temas dominarán la agenda colombiana en 2013: las repercusiones del fallo de La Haya, que fue desconocido por Bogotá; y las conversaciones de paz con las FARC, anunciadas el 4 de septiembre pasado, que se iniciaron el 18 de octubre en Oslo, Noruega, y continúan ahora en La Habana, Cuba.
Esos dos temas marcaron el destino de Santos en 2012. La imagen favorable del Presidente bajó del 58 al 53% con respecto al bimestre anterior, mientras que la imagen desfavorable pasó del 34 al 39%, según una encuesta Gallup presentada a mediados de diciembre. El gerente de Gallup, Jorge Londoño, dijo al diario El Tiempo de Bogotá que esto se debe a la decisión de La Haya y a la percepción en materia de seguridad.
Los analistas coinciden en que en 2013 debería hablarse de un gran tema, y que quizás marque el resto del gobierno de Santos: el proceso de paz con las FARC. El Presidente puso noviembre como fecha para concluir las negociaciones, pero hay dudas.
"Creo que el proceso no se va a sostener. En algún momento del año habrá una ruptura, porque ni siquiera hay acuerdo base sobre la agenda de cinco puntos", señala Alfredo Rangel, experto en el conflicto colombiano, quien asesoró en temas de seguridad al ex Presidente Álvaro Uribe, uno de los críticos más duros del actual gobierno.
Para Ariel Ávila, coordinador de la fundación Arco Iris, organismo especializado en temas de seguridad y conflicto armado, hubo un optimismo excesivo en la sociedad cuando se anunciaron las conversaciones. "Se sabía que sería complejo, no algo de pocos meses. Los analistas lo dijimos", señala Ávila.
El politólogo estima que si la guerrilla está comprometida, debería haber avances concretos a mediados de 2013. "En 2014 hay elecciones generales, y si las FARC quieren participar, la Constitución tiene que ser modificada, proceso que tardaría cerca de un año en el Congreso. Los plazos son muy ajustados", dice Ávila.
Sandra Borda, internacionalista de la Universidad de Los...
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