La falta de recambio preocupa en la recta final hacia los Panamericanos
Ello pese a que la preparación ha tenido niveles nunca antes vistos por los deportistas. Una inyección de $3.000 millones extras para el alto rendimiento -conseguida con el reclamo de los atletas- y una infraestructura de lujo heredada de los Odesur de Santiago permitieron generar instancias de trabajo muy superiores a citas anteriores.
Los propios entrenadores reconocen que las condiciones son bastante mejores que en circunstancias anteriores, lo que ciertamente eleva las expectativas para sumar más medallas, aunque los oros aún se ven lejanos.
"Llevo 28 años dedicado al deporte y es la primera vez en la historia que veo un trabajo multidisciplinario de este nivel. De hecho, Gonzalo Barroilhet, que vive en Estados Unidos, vino a Chile para realizar acá las mediciones, porque acá ahora existen las condiciones para trabajar como en el primer mundo", celebra Eduardo Fuentes, entrenador del decatleta, además de atletas como Fernanda Mackenna, Daniela Riderelli y Javiera Errázuriz.
Orden y renovación
Daniel Garimaldi es el técnico de Kristel Köbrich y, como tal, tiene clarísimo el diagnóstico de la natación chilena, que el año pasado inauguró su nueva piscina olímpica en el Estadio Nacional.
"Es un excelente recinto para entrenar natación. El problema está en la distribución de las actividades a lo largo del día. Esto dificulta un poco poder realizar los trabajos correctamente. No solo se usa para el alto rendimiento, sino que también hay actividades que no tienen ninguna relación con el nivel de élite de este deporte", diagnostica el cordobés.
La renovación de rostros es otro déficit que exhibe hoy el deporte chileno. El ciclismo de pista, que sumó dos oros en Río 2007 y una plata en Guadalajara 2011, hoy apenas pelearía por meterse en la lucha por el bronce.
La base de la cuarteta de persecución es la misma de hace lustros: Luis Sepúlveda, Gonzalo Miranda, Antonio Cabrera y Pablo Seisdedos, el más joven del equipo; mientras que los pedaleros jóvenes aún no consiguen un lugar.
"El velódromo es extraordinario, pero no hay planes. Procesos truncos, cambios de ideas, que tienen al ciclismo en un hoyo. En todo este tiempo, no han podido conseguir resultados, con suerte salen cuartos o quintos en Sudamérica. No hay renovación: las mejores cuartetas de América promedian entre 22 y 26 años. La nuestra tiene 32", cuestiona Jimmy González, ex entrenador del equipo en los Panamericanos anteriores.
"Casi todos los nadadores chilenos, salvo Kristel...
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