Los factores del desplome: Guerra de precios entre Estados Unidos y Arabia Saudita y frenazo de China - 18 de Enero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 553240490

Los factores del desplome: Guerra de precios entre Estados Unidos y Arabia Saudita y frenazo de China

Para los importadores netos como Chile, se trata de un regalo caído del cielo. El país ahorra US$ 65 millones al año, por cada dólar que baja el precio del crudo en los mercados internacionales. Para aquellos que basan sus ingresos fiscales en las exportaciones de este commodity , como Venezuela y Rusia, en cambio, se trata de una maldición que los sitúa cada vez más cerca de la insolvencia. Tanto, que el propio Presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha emprendido una desesperada e infructuosa gira internacional para conseguir, de parte de sus socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), un recorte de la producción que permita apuntalar los precios.

Pero no hubo caso: Arabia Saudita, el mayor productor mundial, con más de 11 millones de barriles diarios, se ha negado a dar luz verde a esa opción y el precio sigue en caída libre.

El Presidente de Rusia, Wladimir Putin, ha sugerido que el doble golpe que han sufrido los mercados rusos -el colapso del precio del petróleo junto con las sanciones de Europa y Estados Unidos- es un complot de occidente para debilitar a su gobierno.

Lo que muestran los hechos, no obstante, es distinto: el crudo ha caído simplemente por razones comerciales.

Arabia Saudita y Estados Unidos se encuentran enfrascados en una guerra de precios sin precedentes desde que Norteamérica comenzó a explotar comercialmente el petróleo de esquisto o shale oil. Y China, que es el segundo mayor importador a nivel mundial, con más de 7 millones de barriles diarios, se encuentra en franca desaceleración y con sus reservas estratégicas a tope, lo que hace proyectar a los analistas que la demanda seguirá contenida durante 2015.

El esquisto aumentó la oferta de combustible

El petróleo de esquisto es un compuesto no convencional, que se extrae de las rocas a través del fracking o fractura hidráulica. Su explotación comercial comenzó hace una década y EE.UU. es su principal productor, con más de tres millones de barriles diarios, lo que le ha permitido disminuir sus importaciones.

Esta producción, sumada a los cerca de siete millones de petróleo tradicional que extrae de Texas, Arizona y Alaska, le permite a Estados Unidos pelear con Rusia el segundo lugar como productor de energéticos a nivel mundial, por detrás de Arabia Saudita. En 2013, su producción diaria de petróleo convencional y de esquisto se acercó a los 10 millones de barriles, lo que representa un incremento de 13,5% respecto de 2012.

Y entre 2005 y...

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