'Los factores decisivos fueron las condiciones de mercado, que cambiaron en forma radical, y no otros'
"Esta semana establecimos oficinas en San Antonio y Santiago para asegurarnos de que los pagos indemnizatorios se entreguen sin problemas a nuestra gente, y activamos una línea telefónica directa para orientar y responder dudas". De esta forma Ronnie B. Jensen, máximo ejecutivo de MCIS, grafica lo que han sido los últimos días para la empresa, tras el anuncio de cierre.
La prioridad ahora son los trabajadores, recalca el ejecutivo, quien aceptó contestar por escrito preguntas de "El Mercurio". Consultado, no dio detalles del cronograma de cierre de la planta, ni se refirió al destino del terreno ni de la maquinaria que hay en la V Región. "Más adelante nos concentraremos en otras materias", afirmó.
-Demoraron casi cinco años en materializar la planta de Maersk Container Industry en San Antonio. ¿Cómo se explica que tres años después de iniciada esta operación decidan cerrarla? ¿No hubo una estrategia de largo plazo?
"Ciertamente, fue una decisión estratégica y de largo plazo el establecer la fabricación de contenedores refrigerados en Chile, atendiendo las condiciones del mercado que se presentaban en ese momento. La fábrica de Maersk Container Industry San Antonio (MCIS) fue concebida para abordar la falta de contenedores refrigerados en un mercado que presentaba una capacidad de oferta muy reducida. Y hacer una inversión de este tamaño creo que es la mayor prueba de que creíamos que la ubicación en Chile era un buen lugar para nuestro negocio, y que sería de gran valor para nuestros clientes y para la comunidad local y del país".
-¿La de San Antonio es la única planta que cerrarán en el mundo o esto es parte de un plan de cierre de otras operaciones y desinversiones?
"El cierre del sitio de fabricación de contenedores MCIS no afecta a ninguna de las demás operaciones de MCI. La consolidación de la producción de contenedores refrigerados nos dejará con dos instalaciones en China -una especializada en refrigerados y otra de contenedores secos-, además de nuestras instalaciones de investigación, desarrollo y pruebas en Dinamarca.
Tampoco tiene efecto para las demás operaciones de A.P. Moller-Maersk, ni en Chile -donde emplea a unas 800 personas-, ni en la región, que cuenta con 10.000 empleados. Estos negocios continúan comprometidos con Chile y seguirán invirtiendo en sus servicios".
-¿Cuánto influyó la relación con los trabajadores en la decisión? ¿Ellos tienen responsabilidad en esta decisión de Maersk?
"Es importante para mí recalcar que...
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