La extraviada dignidad - 29 de Septiembre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 911558989

La extraviada dignidad

Durante el estallido social, el concepto de dignidad adquirió presencia y relevancia. La Plaza Baquedano irradiaba esa supuesta dignidad. El cielo se iluminaba con esa palabra. Pero fuimos engañados. Esa palabra no era la buena y bella dignidad clásica. Y muchos cayeron en la trampa.Después de casi tres años, la dignidad ya no es una palabra que aparece comúnmente en el discurso público. Tal vez abusamos tanto de ella que desapareció. Llego a pensar, y valga la redundancia, que la dignidad de la palabra dignidad la llevó a esconderse. Avergonzada, se alejó de nuestro lenguaje cotidiano. Sin embargo, y a la luz de las recientes chambonadas en materias internacionales, es necesario recordar el significado de la dignidad. Y, de paso, recuperar su noble sentido.La idea de dignidad tiene un profundo sentido social, moral y político. Para los clásicos, dignitas significaba mucho más que un agregado de causas. Partamos, como los antiguos griegos, por lo que no es. La dignidad no es la violencia ni la destrucción que muchos ignoraron y usaron. No es lo feo o lo malo. Tampoco es un eslogan que recoge un puñado de inquietudes. O un paraguas que cobija a rebeldes con mil causas. Y menos una efímera proyección luminosa. Aunque con una palabra se pueden manifestar preocupaciones y anhelos, la dignidad no resiste tantas acrobacias. No se puede transar ni negociar con su significado. La dignidad no es una moneda de cambio. Y la razón es simple: tiene valor en sí misma.Para Cicerón, la dignidad es algo superior. Su sentido está por sobre los intereses, gustos y deseos personales. Por eso tiene un hondo significado republicano. El sentido del deber está por sobre lo propio. Y el país por sobre lo personal. La famosa corruzione republicana salta cuando lo privado reemplaza a lo público. O sea, cuando se pierde la dignidad.Los embajadores, para los griegos, eran los "enviados" ( presbeis ). Para los romanos, los legatis . Basta recordar que cuando los romanos mandaban a un funcionario a otro territorio, el...

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