Esos 'extraños cortejos' en plena pandemia
"El día que a mí me toque y que pongan mis canciones/ bailen en las poblaciones al ritmo de las pistolas y que prendan muchos blones". Fuegos artificiales tipo Año Nuevo, cigarros de marihuana (blones), globos, coronas, alcohol, y el ruido de las armas. Bayron Fire, un cantante de la comuna de El Bosque, es hit musical de ese ambiente y describe con precisión reguetonera el estilo de un funeral del hampa o de los narcotraficantes.Rito desde hace 60 años, que traspasa fronteras y que se ha incrementado con el aumento de los narcos. Pero que en días de plena pandemia sorprendió a Arturo Olivarí cuando viajaba en dirección a Santiago por la Autopista del Sol, a la altura de Padre Hurtado y divisó un "extraño cortejo". "Vuela alto Chorete", decía un afiche con la foto del difunto, que llevaban en un auto sin patente que iba en caravana de unos 20 vehículos, "escoltados", dice Olivarí, por unos siete carros policiales: "Dos patrullas, dos tanquetas, un guanaco, un vehículo del GOPE y una van enrejada".Olivarí lo encontró preocupante y así lo expuso en Cartas al Director de "El Mercurio". Para los alcaldes, para los vecinos de comunas colindantes y para los propios carabineros, esa situación no resiste más. Y es que en lo que va corrido del año (hasta el 21 de este mes), coronavirus mediante, ha habido 128 funerales de alto riesgo en el país, que han significado el despliegue de 5.829 carabineros. Y siguieron esta semana.El protocoloEl año pasado, un cortejo con una gran caravana de familiares y delincuentes que llegó hasta Chillán y luego regresó a Santiago, colmó la medida. Había muerto un joven en la Región Metropolitana, cuyos padres estaban presos en la cárcel de esa ciudad. Un pariente presentó un escrito ante un tribunal y el juez autorizó la visita en el frontis de la cárcel. Hasta allá llegó la procesión. Gendarmería regional, para evitar un baleo en la plaza del frente, hizo entrar el carro mortuorio con la familia directa, al estacionamiento penitenciario.El escándalo que se desató, provocó que la Subsecretaría de Prevención del Delito gestionara un protocolo para funerales llamados "de alto riesgo", que comenzó a implementarse hace justo un año.Al principio funcionó, dice el alcalde de La Granja, Felipe Delpin. "Hubo un avance y estábamos bastante tranquilos. Pero ya con la pandemia ha habido un relajamiento, puesto que ellos (los narcos o delincuentes) han seguido con este tipo de ritos y a veces con presencia de personal del Ejército y de Carabineros, y lo digo con toda responsabilidad". Se refiere a un hecho que se difundió en un video el 19 de junio, donde, en el contexto de un velorio de esta naturaleza, aparecen unos hombres preparando sus armas y disparando ráfagas hacia el cielo, en la calle. Lo que no muestran las imágenes es que en la misma vía había mujeres con niños."Eso es...
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