El arte extrano: ¿posibilidad del sentimiento estetico?
| Autor | Ibarra Peña, Alex |
| Cargo | Textos |
"Al tratar de rebelarnos, con ahogo y horror, contra el sistema cerrado de la razón absoluta del inapelable Dios único, de la exclusiva verdad, de la naturaleza legisladora, del yo responsable porque siempre idéntico perdurable, del estado que organiza la producción, contra ese sistema donde debemos trabajar, sufrir, ser explotados y controlados, finalmente morir, volvemos la mirada hacia el ámbito plural de la cordura politeísta, con una nostalgia que quizá no tenga más fundamento real que nuestro dolor presente".
Introducción
Una descripción como ésta que tomamos de Fernando Savater, para aludir la situación peculiar de la forma de percibir aquel haz de relaciones mediadas por el lenguaje, al cual denominamos con la noción de vida (como si ésta tuviera una noción dogmática, canónica, única o última), nos manifiesta una descripción del mundo como la ya evidenciada y denunciada por George Orwel en su libro "1984". Esta descripción orweliana denuncia la pesadez de un conjunto de relaciones humanas ya agotadas y, por lo tanto, insostenible. Descripción que difícilmente no puede aludir nuestro conjunto de relaciones humanas (nuestra vida o relación con el mundo), el cual se encuentra dotado de las características más alucinantes que podrían motivar a Kafka, aquel escritor experto en la narración de situaciones ridículas.
Esta introducción recién expuesta nos sirve como puerta de entrada para abordar el tema enunciado en el título. Sí, esto porque debiera colocarnos con el viejo tema de la emancipación humana, tema inmortal para cualquier subcultura que haya alcanzado su mayoría de edad, por lo tanto, que es capaz de subvertirse de cualquier intento patriarcalista o de prepotencia cultural que tenga arraigada la pretensión de absolutez. Derrida lo expresa así:
"Y esto quiere decir que el asesinato del Padre que abre la historia de la representación y el espacio de la tragedia, el asesinato del Padre que Artaud quiere en suma repetir muy cerca de su origen pero en una sola vez, este asesinato no tiene fin y se repite indefinidamente. Comienza repitiéndose". [1]
Pero volvamos atrás, hemos dicho que la descripción pesimista de la vida que Savater hace nos sirve como paso precedente para el tema que he pretendido anunciar. También hablamos de la necesidad de la constante emancipación humana que las sociedades requieren para no convertirse en sociedades traumáticas ni traumatizadas.
En este momento me atrevo a explicitar, aunque parezca ridículo por su evidencia, un postulado existencial: ¡La forma de vida en nuestras sociedades nos tiene agobiados!. ¿Podemos permanecer tolerando esta situación?. Algunos la toleran y se hacen escépticos pasivos, otros se ilusionan y toman supuestas vías de emancipación (religión, utopía, ideología), otros son los escépticos no pasivos y buscan una vía de entretención o de juego, también están los que forman una mezcla extraña. Cualquiera de estos mencionados tipos de personajes resultan interesantes para cualquier análisis de psicología cultural, sin embargo, aquí abordaremos aquella mezcla extraña.
El agobio al cual nos encontramos sometidos muchas veces nos lleva a tomar actitudes catárquicas, según algunos teóricos una de las mayores vías de emancipación sería la escritura. Tal vez este trabajo más que ser un estudio pretende ser la satisfacción de uno de estos impulsos que sólo se refugia en manifestaciones de erudición. Con esta declaración pretendo quedar liberado de la exigencia de responder a las cuestiones problemáticas que pudiera suscitar este escrito.
Barroco
A modo de no dejar sospechas se nos hace convenientes estimar el mínimo de supuestos teóricos posibles, lo cual nos lleva a tomar ciertos síntomas relevantes ocurridos en el devenir del pensamiento en nuestra cultura occidental.
Estos síntomas corresponderán, de manera figurativa, por supuesto, a un estado de la cuestión que colabora en el proceso de "emergencia" o de nacimiento de lo que Kant ha llamado...
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