'Lo que más extraño es su mano'
-Han sido días bellísimos y días súper tristes. Lo echo mucho de menos. Me dejó tanto cariño, de tanta gente, de los hijos, de los amigos. Olvídate la cantidad de personas que me hablan en la calle, gente que me da el pésame, gente que me dice que hay que salir adelante, que me da energía cuando me hace falta.Paulina Urrutia habla pausado, sentido, pero a la vez intenso. Hay agradecimiento en sus palabras. Han pasado exactamente tres meses desde que falleció Augusto Góngora, tras nueve años con alzhéimer, y dice que se ha sentido sola, pero a la vez acompañada. Como nunca pensó que estaría.-Y de tantas formas distintas. Hoy fui al banco y una señora me dijo, "ay, por fin la veo y se lo puedo decir: yo estoy cuidando a mi mamá y te admiro, te quiero, te comprendo, sé exactamente lo que estás viviendo y no sabes la alegría de estar contigo y de decirte que está todo bien".Paulina Urrutia se queda en silencio y luego dice con una sonrisa:-Todos los días hay alguien que me tira para arriba. Hoy siento que esa es una de las tantas cosas que me dejó Augusto.-¿Qué más ha sentido?-Me ha tocado comprender lo que es el duelo, que es como separarte de lo físico y empezar a entender que él está de otra manera conmigo.-Usted es católica, ¿eso la ha ayudado?-Pero es que eso uno lo pierde. Y, además, todo el último tiempo que fue tan doloroso, tanta enfermedad. Uno se revela todos los días porque ahí está la pena, la rabia, y uno tiene derecho a sentir eso y yo tenía el espacio además de vivir eso. Pero al mismo tiempo, vivía la alegría de verlo comer, que comiera, que le gustara la comida, que estuviera contento, que se calmara. La vida es eso, es alegría y al mismo tiempo dolor, y pena y rabia y, a su vez, es bello. La vida es un equilibrio. Hoy sé eso.Eso es también lo que se ve en el recién estrenado documental La memoria infinita , dirigido por Maite Alberdi y que muestra la inquebrantable historia de amor entre Paulina Urrutia y Augusto Góngora, que comenzó en 1997. Hay ahí también un contraste entre el pasado de Góngora, muy ligado a la política, a la memoria de Chile y donde se le ve sano, en contraste con un presente en que se encuentra más deteriorado, hasta terminar apagándose poco a poco.El documental se ha llenado de comentarios positivos, y en enero de este año ganó el Gran premio del jurado en Sundance. También acaba de ser seleccionada por Chile para ir a los premios Goya.-La gente me pregunta por la película, todos quieren verla. Es una locura, súper esperada y, además, ha tenido tan buena crítica, dice.Paulina Urrutia, cuenta, no siempre estuvo convencida de hacer el documental, de hecho, su primera respuesta al ofrecimiento de Maite Alberdi fue no.-Ella (Maite Alberdi) estaba haciendo una investigación respecto de la enfermedad y fue a la...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba