Con exposiciones de magnitud, el Ermitage y El Prado celebran sus orígenes reales - 20 de Marzo de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 261473370

Con exposiciones de magnitud, el Ermitage y El Prado celebran sus orígenes reales

Pero eso no es todo. La exhibición que luego llevarán los rusos al Prado, "Tesoros del Ermitage" -con 160 valiosas obras desde el siglo V al XIX- hablará del papel clave y de la especial dedicación que tuvieron los zares y la emperatriz Catalina II en la formación de una de las colecciones privadas más importantes del mundo. Todo ello gracias al llamado "año dual entre España y Rusia", un acuerdo firmado entre ambos países para estrechar las relaciones en todos los ámbitos, pero cuya mayor cara visible es la cultura y el hito es este intercambio inédito de dos exposiciones. Según el propio director del Ermitage, Boris Piotrovski, "esta será la exhibición más importante que sale fuera del museo de San Petersburgo".

El Ermitage -ubicado a orillas del río Neva, por siglos la residencia oficial de los zares- antes de ser museo llegó a tener una de las colecciones de arte más importantes de Occidente. En medio de esas joyas, en el Palacio de Invierno, la emperatriz Catalina II recibía a los intelectuales europeos, especialmente franceses (como su confidente y gran amigo, el enciclopedista Diderot), a los gobernantes y a los variados amantes que tuvo, sin mayor discreción. No obstante, la habilosa, carismática y cultísima Catalina la Grande logró mantener la autoridad frente a sus pares de Occidente.

En el Palacio de Invierno de la Rusia zarista

La película de ciencia ficción podría continuar si seguimos imaginándonos situados en la Rusia comunista. Porque hace unos días fue la propia ministra de cultura del gobierno socialista español, Ángeles González, quien destacó durante la inauguración de la muestra del Prado en el Ermitage "la gran pasión que tenía la emperatriz Catalina la Grande por el arte". Y añadió -alabándola- cómo fue ella quien puso las primeras piedras artísticas del Ermitage e inició también la colección de arte español.

La historiografía contempla, no obstante, que las primeras obras de ese magnífico conjunto llegaron antes, con el emperador Pedro I, precisa el director del Ermitage (él y su padre, grandes estudiosos del arte y de la arqueología, han estado a cargo por años de este museo). "La compra de pinturas para el palacio -puntualiza Piotrovski- empezó con anterioridad a la llegada de Catalina II: en 1712, Pedro I adquirió "David y Goliat", de Rembrandt, y recibió de regalo "Cristo en el Juicio Final". El emperador no sólo coleccionaba pintura europea sino también monumentos de la Antigüedad y muchísimas piezas...

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