Expertos acusan irregularidades y desechan versión oficial sobre muerte de 43 estudiantes - 7 de Septiembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 581973466

Expertos acusan irregularidades y desechan versión oficial sobre muerte de 43 estudiantes

Así lo revela un informe de 500 páginas, elaborado por un equipo de expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que señala que la versión oficial de que los estudiantes normalistas, que desaparecieron en la noche del 26 de septiembre de 2014, no fueron quemados en un basural de Cocula (en el municipio de Iguala), tal como determinó la fiscalía mexicana.

El perito peruano José Torero fue quien comprobó que en el lugar no hubo un incendio de las dimensiones para quemar 43 cuerpos. Para eso hubiese sido necesario utilizar 30,1 toneladas de madera y 13.330 kg de neumáticos, en un incendio que habría ardido durante 60 horas. Las llamas de siete metros y el humo, de 300, al menos habrían llamado la atención de las poblaciones cercanas. "El basurero está en un lugar abierto, rodeado de arbustos, los que, cuando llegaron los primeros peritos a revisarlos, no estaban quemados como si ahí hubieran generado ese incendio", explica a "El Mercurio" el abogado chileno Francisco Cox, que forma parte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

El español Carlos Beristain, otro de los integrantes del equipo que trabajó durante seis meses, agregó que "hay enormes contradicciones entre el peritaje y las versiones dadas por los inculpados (...) Ese evento, tal y como ha sido descrito, no pasó".

Con esto se pone en duda -como lo hicieron desde un principio los familiares y diversas entidades- la versión del entonces fiscal, Jesús Murillo, supuestamente fundamentada en 487 dictámenes periciales, 386 declaraciones y dos reconstrucciones de hechos. En enero, el procurador aseguró que los jóvenes habían sido detenidos por policías y entregados al cartel narcotraficante Guerreros Unidos, que los asesinó e incineró en el basurero, para después arrojar sus restos al río San Juan. El laboratorio de la Universidad de Innsbruck (Austria) que analizó los restos recuperados, solo pudo identificar a uno de los jóvenes.

Las suspicacias del GIEI se basan, además, en que algunos de los detenidos por el caso afirman que sufrieron torturas por parte de las autoridades para obtener sus confesiones.

Cox asegura que el grupo de expertos pudo reconstruir todo lo ocurrido con los...

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