El expediente Olivera
Seis meses más tarde del episodio, y luego de que ella revelara a "Sábado" el abuso del que, de acuerdo a su relato, fue víctima por más de 10 años, Ricardo Olivera Barragán se sentó en la Fiscalía de Puente Alto. No tenía antecedentes ni encargos judiciales. Dijo que tenía 75 años, que es pastor evangélico, que desconoce el motivo de las acusaciones. A las 10:43 le preguntaron por los hechos denunciados por Érika. Él respondió:
-Si tuviera que darle una respuesta desde el punto de vista espiritual, le diría que el diablo la tomó.
Ricardo Olivera era apenas un niño cuando sus padres murieron. Vivían en Gualeguay, una ciudad a 220 kilómetros al norte de Buenos Aires. Con la muerte de ellos, y como no tenía más parientes, debió ingresar a un orfanato en la provincia de Misiones. Así lo relató en fiscalía el 2 de agosto pasado. En esa misma declaración, a la que "Sábado" tuvo acceso de manera exclusiva, Ricardo Olivera develó gran parte de su vida.
Con 9 años se escapó del orfanato y, según su testimonio, recorrió más de 800 kilómetros para regresar a Gualeguay. Allí llegó a una estancia y comenzó a trabajar como ayudante de cocinero. A los 15 decidió irse y recorrer haciendo trabajos y oficios. Pero a los 20 años, según él mismo, sintió el llamado del Señor.
En su declaración se lee:
"A los 10 años, encontrándome en la selva, frontera con Brasil, Mato Grosso, sentí el llamado del Señor. Luego de 22 días de lluvia me habló y me dijo que siguiera su camino. El Señor me llevó a la congregación La Voz de la Fe, en Concordia, provincia de Entre Ríos".
Su siguiente paradero, como relata, fue el seminario La Plata, en la ciudad del mismo nombre, donde estuvo cuatro años formándose como pastor. A la pregunta realizada en fiscalía por algún papel o certificado que acreditara su paso por ahí, Ricardo Olivera declaró que no le entregaron ningún documento, que todos quedaron en el seminario.
Después partió a misionar por Argentina y en 1974 llegó por primera vez a Chile. De acuerdo con su declaración, estuvo un mes haciendo una campaña en una iglesia evangélica ubicada en Pudahuel y luego volvió a su país. Al año siguiente, 1975, regresó a Santiago.
Declaración de Ricardo Olivera:
"A los seis meses de estar acá se me venció la visa y no pude regresar a mi país, y me quedé a vivir definitivamente y, al tiempo después, regularicé mi situación".
Pero Ricardo Olivera recién recibió la residencia definitiva chilena, según los registros del Ministerio del Interior que constan en la carpeta investigativa de la fiscalía, el 11 de septiembre de 2006. Sin embargo, eso no le impidió hacer su vida en Chile.
En 1978, y mientras estaba en una compañía evangélica en el campamento El Porvenir, de Pudahuel, conoció a Leonor de la Fuente. Comenzaron una relación sentimental y el 16 de octubre de 1980, a las nueve de la...
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