Excelencia popular iberoamericana - 19 de Julio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 578459610

Excelencia popular iberoamericana

Particularmente México muestra su capacidad para interpretar la tradición, volcándola mediante visiones plenas de frescura y espontaneidad. Sus logros se hallan hoy a la vista. No obstante, más allá de la individualidad de cada uno de sus participantes, examinémoslos como un todo. Para comenzar encontramos esa maravilla de fantasía rococó, de candor y ánimo religioso que constituyen esas esculturas denominadas árboles. Ejecutadas en barro modelado y policromado, denotan la más variada imaginería popular. Desde Árbol del mole, con sus vasijas y figuritas humanas, hasta esa culminación formal de exquisitas miniaturas multicolores que conforman Árbol del Nacimiento, Árbol de las artesanías de Iberoamérica y, ante todo, aquel con novia solitaria, como protagonista central. Otros dos árboles sin coloración poseen una iconografía religiosa exclusiva: Árbol de la vida y el de la Sagrada Familia huyendo a Egipto, frente a la Santísima Trinidad. Tampoco falta de cera, el blanco y delicado Árbol con ángeles.

Ya al ingresar a una de las salas del Centro La Moneda nos recibe la sensualidad corpórea de un par de airosos Jaguares en barro ocre y negro. Más adelante, dos distintos Felinos, en madera y color, nos obligan a admirar su dinamismo gestual. Sumemos otros ejemplares mexicanos destacados. A una pareja de albas y expresivas Muñecas -más bien diosas de la fecundidad- se agrega un grupo de personajes en mayor formato y con rostros de calavera, conforman el responso obispal alrededor de un ataúd. Similar condición fisonómica ofrecen, aunque esta vez en papel moldeado, alambre y policromía, la grotesca dama Doña Mariana y tres cráneos decorados de tamaño natural. Entre las amplias y numerosas vasijas exhibidas, llama la atención el sabor románico de una pintada con la figura del Apóstol Santiago. Ya dentro del ámbito en dos dimensiones sobresale un insólito cuadro de una espléndida coronación real española, realizado con plumas pegadas con cola de orquídeas sobre tabla, y enmarcado por grutescos. La misma exuberancia deja ver unos dibujos a tinta china negra y el retablo plano en papel metalizado de fuerte coloración, Adán y Eva.

Perú, si bien en menor cantidad, aporta también trabajos muy atractivos. En ellos el viejo recuerdo indígena se manifiesta con vigor. Sobresalen, por ejemplo, las sirenas tocando charango, los tapices multicolores y fondo oscuro, a lo Paracas, y la innata elegancia de un vestido provisto de un tupu o broche con cucharas. Para...

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