Ex comisario Barraza habla de su careo con la ex pareja del comandante Emilio: 'Ella es peso pesado'
Era Marcela Eugenia Mardones Rojas, la "Ximena", del FPMR. La que el 1 de abril de 1991 estuvo en el lugar del crimen de un senador de la República. La que tuvo como misión cuidar el auto donde escaparían el "Comandante Emilio", Raúl Julio Escobar Poblete, y el "Negro", Ricardo Palma Salamanca. La que llegó en junio escapando desde México luego que detuvieran al Comandante Emilio (la pareja con quien tuvo dos hijos), por el secuestro de una francoamericana residente en San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato. La que, después de 26 años fugitiva, fue detenida al pisar tierra nacional y procesada como autora del homicidio de Jaime Guzmán.
El ex comisario Jorge Barraza (69) fue careado con Marcela Mardones el viernes 30 de junio por el ministro Mario Carroza. A ella la trasladaron por un túnel subterráneo directamente desde la Cárcel de Alta Seguridad (CAS). Y él ingresó muy discretamente a la sala, al igual que lo hizo René Cocq, otro ex comisario que trabajó con él. El tercer investigador y también brazo derecho de Barraza, el ex comisario René Ruiz, declaró el jueves recién pasado porque estuvo impedido de asistir el 30 de junio
Barraza salió exultante de ese careo. Siente que logró dos cosas: primero, que la ex frentista, que estuvo en el camping de Colliguay donde se refugiaron los autores del homicidio y del secuestro, reconociera que el Comandante Emilio le dijo que había orden de "salir" intempestivamente del lugar. Y luego, que ella no negara que estuvo en la casa de la calle Huara, en La Florida, junto a Emilio, cuando la noche del 24 de diciembre de 1991 llegaron al menos tres frentistas a reunirse con ellos luego del pago de la recompensa por la liberación de Edwards.
Ambos aspectos permitieron que el ministro Mario Carroza ligara a Marcela Mardones no solo al homicidio de Guzmán, sino que también al secuestro.
Cómo vivió ese encuentro, lo relató a "El Mercurio" con detalles nunca antes contados.
La llegada de una "sobrina" espía
Barraza dice que frente a Marcela Mardones le contó al ministro Carroza algo que ni siquiera publicó en el libro que escribió sobre el caso, en 1999. Siguiéndola a ella, llegó a la cúpula frentista. Pero lo primero fue ubicar su domicilio, en la calle Huara, en La Florida. Ella y el Comandante Emilio le arrendaban a una familia un departamento en el patio de su casa. Los policías decidieron interceptar el teléfono. Un día escucharon la conversación de la dueña de casa con una hermana. "Escuché...
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