Cómo evitar que la llegada de un hijo acabe con los viejos amigos - 14 de Junio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 573719870

Cómo evitar que la llegada de un hijo acabe con los viejos amigos

Los tiempos en que un partido importante era la excusa para juntarse con los amigos y hacer un asado que duraba hasta la madrugada quedaron atrás con la llegada de su hijo.

Juan Carlos disfruta su paternidad, pero reconoce que "ya casi no hay espacio para los amigos. Con los que han ido teniendo hijos es imposible coincidir en un día, y los que no los tienen se juntan en horarios en que yo no estoy disponible".

Beatriz Carrasco está en la otra vereda. Desde el baby shower de una de sus mejores amigas de la universidad hasta que volvió a verla pasó un año. "Cuando la llamaba no contestaba, y no salió más, porque le preocupaba dejar a la guagua con alguien más. Pero en su Facebook veía que tenía amigas nuevas, también mamás. Espero que ahora que su hijo está más grande retomemos la amistad".

"La maternidad y la paternidad implican reestructurar tu mundo interno y armar una nueva identidad, en la que hay nuevas cosas que toman más relevancia", dice Javiera Navarro, psicóloga y académica de la Universidad Alberto Hurtado.

Si bien al inicio el hijo demandará atención casi completa, lo importante es que los amigos toleren el desencuentro de los primeros meses y que "a medida que la guagua crece, los padres vayan paulatinamente abriendo pequeños espacios de separación con él, dejando que el mundo empiece a entrar en esta simbiosis", agrega.

Esto permitirá, por un lado, el crecimiento del niño y, por otro, que los padres, y en especial la madre, "comiencen a recuperar otros aspectos de su identidad, como el ser pareja, profesional y amiga".

Generar espacios

Para no perder a las viejas amistades hay que derribar algunos mitos y planificarse, dicen quienes han vivido la experiencia. Uno de los hechos que más distancian a amigos con hijos y sin ellos son ciertas ideas erradas que ambos tienen sobre la vida que está llevando el otro.

"Yo de repente veía en Facebook que mis tres amigas con guagua se habían juntado en una plaza con sus hijos. Y yo hubiera ido feliz a pasar un rato con ellas, pero no me avisaban, pensando que para mí habría sido una lata ir a escucharlas a hablar de niños", dice Beatriz.

Juan Carlos, por su parte, imagina que sus amigos solteros todavía prefieren carretear hasta que amanezca o que en sus asados va a haber más alcohol que carne. "Así que prefiero no ir". Sin embargo, no considera que los ciclos vitales e intereses de todas las personas van modificándose, haya hijos o no.

Aldo Merino no tiene niños ni pareja, como sí ocurre...

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