Europa Historia y destino de una gran idea - 3 de Julio de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 644322581

Europa Historia y destino de una gran idea

Unidad y diversidad europeas

Europa no se desplegó en un espacio cerrado, único, en un solo país para hablar en lenguaje moderno, sino en una multitud de soberanías muy mezcladas entre sí -en territorios fragmentados, pero comunicados en cultura, política y relaciones sociales- en el marco de una misma civilización. El nombre Europa no se empleaba mucho, pero de eso se trataba. Fue la auténtica Europa cristiana y, a la vez, cuna de una cultura y sociedad pluralistas. El Sacro Imperio, medieval, más mito que realidad, se contraponía en tensión y unidad con el Papado. El primero era, sin embargo, una imagen viva, no pura retórica, y tendría profundas consecuencias hasta en el siglo XX, ya muy deformado el sentido original.

No pocos han visto en esta diversidad y flexibilidad, junto a la conciencia de pertenecer a un orbe común, la raíz del crecimiento y creatividad de la civilización europea. Quebrada la unidad de la fe se conservaba en una idea -común a las grandes civilizaciones- de representar una experiencia original y superior frente a un mundo bárbaro. El orbe cristiano empieza a confundirse con un orbe europeo; la lucha secular contra el avance turco refuerza la conciencia de ser especiales y de pertenecer a un mundo europeo. Estaba el recuerdo de que la expansión árabe e islámica había prácticamente extinguido al cristianismo donde había surgido y prosperado, en todo el Medio Oriente y Turquía actuales, así como África del Norte. Todo ello es un dato no menor.

Con el eclipse del sueño de la unidad del imperio cristiano surgen los intentos hegemónicos de los nuevos estados europeos. La España (o Castilla) del emperador Carlos V y después del rey Felipe II, es como una transición desde el sueño a la hegemonía y al desplome final de España como potencia. Culminó con el tratado de Westfalia (1648/49), que confirmó los intereses comunes después de la horrenda guerra de religiones; fue como anticipo de la conciencia europea. Esta recibe un nombre con la "república de las letras", intelectuales de la Ilustración y de la paz post napoleónica, cuya cota más famosa es "La paz perpetua", de Kant (1795), pero que tuvo su descendencia en la primera mitad del XIX. Tras largos períodos de guerra se apreciaba un cansancio con los eternos conflictos y nacía la idea de que la civilización no podía justificarlos.

Lo que surge en los siglos denominados comúnmente como "edad moderna" es el sistema de estados modernos, con su tendencia a la homogeneidad interna, en tensión con la pluralidad de estados, de regiones y de culturas, coincidiendo a veces más con un estado -quizás Francia es el...

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