El eterno retorno (chileno) de Friedrich Nietzsche - 8 de Julio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 731700517

El eterno retorno (chileno) de Friedrich Nietzsche

"Carmen", la ópera de Bizet, fue estrenada en 1875. Cuando el filósofo alemán Friedrich Nietzsche la escuchó, en 1881, quedó embriagado con la historia de la gitana que enamora a un soldado y a un torero. Dijo que parecía una novela corta, ingeniosa, fuerte, a veces estremecedora, y que Bizet era un alma apasionada y agraciada: "Esta obra vale un viaje hacia España", le escribió a un amigo.Nietzsche tenía 37 años, su vida y entonces su pensamiento estaban cambiando: se había retirado de la actividad académica debido a problemas de salud y en 1878 había publicado "Humano demasiado humano", un libro de espíritu ilustrado, dedicado a Voltaire, en el que se alejó del pesimismo de Schopenhauer y de la música de Wagner. De este último había sido amigo y adepto, pero poco a poco las nostalgias teutonas y cristianas del compositor lo fueron decepcionando. El encuentro con Bizet fue un reencuentro con la música, ese arte que según Nietzsche justifica la vida: si Wagner era la gravedad y el romanticismo germánico, Bizet era el juego, la alegría latina o mediterránea, la jovialidad que ríe, que no se toma las cosas tan en serio.Por entonces, tras graves padecimientos, la salud le daba una oportunidad a Nietzsche. Eso se reflejó -desde el título- en su nuevo libro, "Aurora", publicado ese mismo año. Lo siguieron "La ciencia jovial", en 1882, y entre 1883 y 1885, "Así habló Zaratustra". Más tarde, cuando sus dolores se agravaron, publicó "Más allá del bien y del mal" (1886), "La genealogía de la moral" (1887) y redactó "Ecce Homo", "El anticristo" y "El crepúsculo de los ídolos", en 1888, su último año de lucidez.El 3 de enero de 1889, en Turín, Nietzsche vio a un hombre que azotaba a su caballo, pues estaba exhausto y se negaba a avanzar. El filósofo se interpuso, abrazó al animal del cuello y lloró: fue el colapso definitivo de su salud, de su mente; pasó los siguientes años en algunos sanatorios y al cuidado de su madre y de su hermana. Hasta que murió, en 1900.Todo es perspectivaIconoclasta como pocos, es probable que Nietzsche, el filósofo que nos avisó que "Dios ha muerto", sea el culpable de muchas vocaciones filosóficas. Entre ellas, la del fallecido filósofo chileno José Jara (1940-2017), responsable de la traducción de "La ciencia jovial", que acaba de reeditar la editorial de la Universidad de Valparaíso. El mismo sello publica "Verdad y mentira", también traducido por Jara, un libro que reúne dos breves ensayos de Nietzsche -"Acerca de la...

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