Los estudiantes de los cerros de Lo Barnechea aprenden en la realidad de un restaurante
El establecimiento tiene un poco más de mil alumnos, desde prekínder a 4° medio, que en su mayoría son vecinos de la comuna: vienen de las villas que conforman el cerro 18 o de los campamentos que antes abundaban en el sector. Mientras que en educación media su índice de vulnerabilidad es de 56%, en básica este llega hasta 66%.
De ahí que la posibilidad de cocinar sea tan importante para los estudiantes que asisten a este establecimiento de enseñanza técnico profesional. Durante 3° y 4° medio, a todos quienes cursan la especialidad de Servicios de Alimentación Colectiva se les da la oportunidad de participar en la cocina del restaurante que se ubica dentro del mismo colegio. Es un negocio que se maneja ahí mismo, abierto a todo público y que diariamente recibe un promedio de 45 personas. Los alumnos también son los encargados de atenderlos.
Los buenos resultados de este proyecto -que entre otras cosas ha permitido a los estudiantes mejorar su técnica y adquirir mayores habilidades blandas- hicieron que el Centro Educacional San Esteban Mártir fuera elegido este año para formar parte de la Red de Escuelas Líderes de Educación en Pobreza, iniciativa que impulsan la Fundación Chile, Fundación Educacional Arauco, Fundación Minera Escondida y "El Mercurio". Su propósito es destacar la labor de establecimientos que entregan educación de calidad en contextos de vulnerabilidad.
Habilidades para la vida
Trabajar en el restaurante no implica costos para los alumnos interesados en el área de la Gastronomía. "Nuestro objetivo cuando comenzamos, en 2013, era que nuestros jóvenes pudieran aprender de la forma más cercana a la realidad. Pero también estábamos pendientes de no hacer que tuvieran que gastar su plata para participar de esta iniciativa. Por eso el proyecto -formalmente conocido como Restaurant Didáctico- tiene costo cero para ellos. Y aunque el colegio también debe aportar con ciertas cosas, en la práctica se financia con la venta diaria que tenemos", explica el director del establecimiento, Marco Astengo.
De esta forma, todo lo que entra se reinvierte en comida y materiales.
"Los alumnos valoramos esta experiencia como muy positiva. Estas semanas me ha tocado atender las mesas, lo que me ha ayudado a aprender a tratar con todo el mundo, porque parte importante de la tarea es saber sonreírles a las personas. Y eso creo que no solo me va a servir para terminar sin problemas el colegio, sino que para la vida en general", comenta Nicolás López...
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