El estudiante Peñailillo - 11 de Octubre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 538515830

El estudiante Peñailillo

De las tres candidaturas que se presentaban ese año para presidir la federación, la de Peñailillo era la más débil. Realmente, nadie apostaba demasiado por él.

A mover la UBB

A los 12 años, Rodrigo Peñailillo mantenía discusiones políticas en el Liceo Antonio Salamanca Morales de Coronel y era un lector asiduo de revistas como Cauce, Hoy y Análisis, las que compraba su tía Ruth Briceño, una profesora de química. A pesar de que su familia -salvo su papá, que había sido DC- no tenía militancia, a los 15 se inscribió en el PPD. La mayoría de sus amigos del liceo se pusieron de acuerdo para entrar a ese partido. Peñailillo no comentó en casa la decisión. Incluso, cercanos dicen que su madre solo se enteró dos años después.

En 1990, Peñailillo entró a Ingeniería Civil Industrial en la Universidad del Bío-Bío (UBB). A él le gustaba Ingeniería Comercial, pero no le alcanzó el puntaje. En septiembre de ese año se retiró de la carrera para dar nuevamente la PAA. Esta vez le fue mejor y entró a Comercial en la misma universidad.

La carrera se había creado solo un año antes, en la sede de Concepción. "Entramos 120 personas. Había un porcentaje importante de cuicos. Pero el perfil del Peña no era ese, por eso nos llevábamos bien", recuerda Paola Largo, su compañera en la carrera y actualmente directora de administración y finanzas en el Centro de Formación Técnica Crecic, de la ciudad.

La familia de Peñailillo era de clase media baja. Él vivía en la casa de su tía Ruth en Coronel, junto a su abuela -quien tenía una pensión de gracia mínima- y a su madre, Rosa Briceño, una vendedora de seguros que había quedado viuda en 1982. El dinero le alcanzaba apenas para mantener a sus cuatro hijos. Todos eran estudiantes universitarios.

Diariamente, Rodrigo Peñailillo recorría 31 kilómetros en micro para llegar hasta la UBB, la única universidad estatal en Concepción. Viajaba por casi una hora y media desde Coronel. Peñailillo estudió con una beca universitaria de $10.000 mensuales de la época, para transporte y alimentación, y con un crédito que dejaba un margen que él mismo debía costear.

Apenas entró a Ingeniería Comercial, en 1992, comenzó a hacer trabajo político: con sus amigos conformó el PPD en la universidad y se convirtió en el secretario del centro de alumnos de la carrera, liderado por Luis Améstica, de tendencia izquierdista, quien años después se convertiría en el vicerrector de asuntos económicos de la UBB.

Un año después, a los 19, Peñailillo enfrentó su primera campaña: quería ser presidente del centro de alumnos de su carrera. "Rodrigo hizo una campaña distinta a lo que se acostumbraba en Ingeniería Comercial. En general, los candidatos eran bastante ordenaditos y formales, y Rodrigo, aunque hoy se ve muy formal, en ese tiempo era un cabro común y corriente. Me acuerdo que no se sacaba una casaca color mostaza", cuenta Andrés Rivas, militante del PPD y su amigo en la universidad.

La campaña de Peñailillo fue a pulso, no tuvo recursos y los pocos carteles que colgó su comando fueron hechos con materiales donados. "En la carrera eran apáticos, pocos iban a votar. Y los de la otra lista, de derecha, eran más conocidos que Rodrigo, porque eran más viejos", recuerda Paola Largo. El día de la votación, menos de la mitad de los alumnos de la carrera sufragaron. La lista de Peñailillo perdió: fue su primer fracaso electoral.

Una persona que vivió de cerca el...

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