Un estreno para redescubrir elCAJÓN DEL MAIPO
Ángela, 30 años, guía, es de Punta Arenas, pero hace tres años y medio vive en Baños Morales, pueblo que justo vemos a nuestra izquierda y es el último de la seguidilla de villorrios del Cajón del Maipo.
Al volante va James Alfaro, periodista, 29 años, quien hace unos años dejó su trabajo para dedicarse a lo que le apasiona: filmar sus aventuras y travesías outdoor. Viene en esta excursión precisamente para generar material del lugar al que vamos: el valle de Carreño, uno de los rincones todavía menos conocidos de esta zona.
Acabamos de salir de El Morado Mountain Lodge, que está en el kilómetro 74 del Camino a El Volcán, la curvilínea ruta que recorre todo el Cajón del Maipo por casi 80 kilómetros, desde donde comienza -Las Vizcachas- hasta donde termina -las Termas de Colina-. Nuestro propósito, hacer una caminata con raquetas de nieve, comenzaría justamente ahí.
Mientras bordeamos los faldeos de montañas que sobrepasan los cuatro mil metros de altura, Ángela aporta datos como que Baños Morales nació como pueblo de montaña debido al trabajo minero en la zona, cuando se hacían exploraciones en busca de oro. Vemos el cerro Catedral, muy connotado por la escalada, y el Rubillas, conocido por la laguna que hay en su cumbre y que abastece de agua a Baños Morales. Ángela muestra otros dos promontorios: el volcán San José y el cerro Marmolejo, el último "seismil" de la Cordillera de los Andes. Habla además de la existencia de fósiles en este lugar debido a la placa oceánica Lo Valdés, lo que significa que en algún momento -explica-, aquí hubo mar. Cuesta imaginar eso cuando ya andamos por los casi dos mil metros de altura y el paisaje está marcado por cumbres nevadas.
Para llegar a destino recorremos el valle del Volcán, que se llama así por el río del mismo nombre que corre a nuestra izquierda. Al final, se divide en tres valles: el de Las Arenas, el de La Engorda y el de Colina, donde están las termas.
"Todas estas tierras son privadas, somos el país de las montañas privadas", dice Ángela. "Chile, país de montañas prohibidas", agrega James. Al menos, uno de los temas más polémicos en la zona, la construcción de una hidroeléctrica, ha tenido una consecuencia secundaria positiva: el mismísimo camino que recorremos. "Si antes querías ir a esquiar al valle de las Arenas, tenías que partir caminando desde Baños Morales prácticamente. Hoy es mucho más fácil", dice James, concentrado en la ruta.
Estacionamos en el sector El Cabrerío, porque más adelante el camino está cubierto de nieve. Para entrar al valle de Colina hay que hacerlo caminando. O en moto de nieve, nuestra opción.
En El Cabrerío nos esperan Marcela González, Cristóbal Sovino, Lorena Guastavino y José Villegas, todos de la zona, de entre 25 y 30 años, apasionados por la escalada y el esquí backcountry, que están a cargo de nuestra excursión.
Hacemos 20 minutos en moto (un recorrido algo...
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