Esquema de pago de obligación subordinada cumple 20 años y deuda está por extinguirse
Cuatro de los cinco bancos pagaron sus obligaciones pendientes entre 1996 y 1997, con opciones distintas a la que eligió el Banco de Chile, el único que hoy mantiene una deuda pendiente, del orden de US$ 520 millones y que se estima se extinguirá entre 2018 y 2019.
El caso se remonta a la crisis de la deuda de 1982-1983, cuando el Banco Central salió a rescatar a la banca que estaba en quiebra, para evitar que la crisis tuviera repercusiones mayores a las que tuvo y que habría sido mucho peor si todo el sistema financiero hubiera colapsado.
En 1982, el Central compró a los bancos cartera de créditos vencida, pagándola a su valor par. Las entidades bancarias, por su parte, se comprometían a recomprar esas carteras en un plazo, con las utilidades que generaran.
En 1984 se permitió a los bancos vender no solo cartera vencida, sino también cartera riesgosa; es decir, de dudosa recuperación de los créditos hasta por 2,5 veces su capital y reservas, tope que subió a 3,5 veces en 1986. De esta forma, el Banco Central inyectó liquidez, pagando el 60% de esas carteras con recursos frescos y el 40% restante, con letras.
El monto que el Banco Central pagó al contado se denominó en UF, quedando sujeto a un recargo de 5% real anual, y la pagada en letras quedó en UF y sin recargo para efectos de la recompra de cartera que debían hacer las instituciones.
En 1989 se dictaron nuevas disposiciones que permitieron sustituir esta obligación de recompra de cartera por una obligación subordinada. Las entidades financieras se obligaron a destinar un porcentaje de sus excedentes al pago de la obligación subordinada, sin que se fijara un plazo de pago.
La tasa de 5% real estaba muy por debajo de las tasas de mercado, que en esos años llegaron a estar en torno a 12% real anual para los créditos hipotecarios, por ejemplo.
Fue un período en que arreciaron las críticas. En enero de 1989, el entonces Banco del Estado (hoy BancoEstado) traspasó recursos al Central para ayudar a paliar los costos de la crisis, una transferencia de US$ 180 millones en esa época, con la que discrepó el entonces investigador de Cieplan Manuel Marfán.
En 1991, el Bci recompra la cartera vendida al Banco Central, hecho marcado por la muerte del presidente de esa entidad bancaria, Jorge Yarur Banna, a pocas horas de anunciar la operación.
En 1995, el Gobierno tramitó un proyecto de ley que buscaba derogar una norma de la Ley 18.401 sobre capitalización de dividendos en los bancos con...
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