Esposa de comerciante que mató a 2 ladrones: 'Temo de los que quedaron vivos'
El que los locales no abrieran es la señal del temor que reinaba ayer en el barrio de comerciantes, donde después de ocurrida la tragedia llegó un centenar de personas, muy agresivas, a constatar quiénes eran los delincuentes fallecidos. Debió acudir un equipo de Fuerzas Especiales de Carabineros a controlar la situación. "La venganza puede venir en cualquier momento", comentó un locatario de los puestos de la calle.
La esposa del dueño de la farmacia, doña Eugenia, estaba a la hora del asalto trabajando en el lugar. Recuerda que su marido ingresó "por el único acceso, por donde ingresamos el público y nosotros. Estábamos atendiendo público y él siguió hacia su oficina, la última a mano izquierda".
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"Estábamos sentados, cuando vimos entrar a cuatro hombres con sus caras encapuchadas, con panties . Fue muy violento. Uno no se puede fijar bien cómo son porque con las panties se les ven las caras desfiguradas. Ellos empujaron, abrieron el pestillo de debajo de la puerta, como si ya supieran. Uno se quedó con nosotros en el mesón, nosotros agachados y él amenazándonos".
Al costado de la sala de venta hay un pasillo de unos seis metros, que da a tres puertas. La última es la oficina de don Juan. Él vio asomarse a uno de los extraños, quien le gritó: "!Te vamos a matar viejo c... de tu m...¡". Don Juan levantó la mano y le llegó un tiro en el dedo índice de su mano derecha. Empuñó su pistola marca Famae, modelo FN-750, calibre 9 milímetros, y disparó impactándolo con tres tiros en la región torácica.
"Yo me quedé inmóvil, no reaccioné. De repente sentí disparos en el pasillo. Luego salieron todos corriendo. Uno quedó tirado en la entrada de la farmacia y otro cayó en la calle. Luego mi marido salió con el dedo todo roto, gritando: "!Cúrame, cúrame¡". Mi hijo empezó a sacar gasa, después yo saqué gasa y suero, y mi hijo le hizo una curación rápida, porque le corría mucha sangre y él es diabético, hipertenso", relata la esposa.
Cuando llegó la policía, lo llevaron de urgencia al Hospital Padre Hurtado, donde le hicieron cirugía en el dedo índice de la mano derecha.
"Mi marido lo único que pensaba cuando disparó es que nosotros estábamos muertos ahí detrás del mesón, agachados", relata.
-¿Qué le parece que él haya matado a dos de los asaltantes?
- Él defendió su vida, la mía, la de nuestro hijo menor y la de la niña que trabaja con nosotros. Si usted tiene en frente a una persona armada que la está atacando, no le queda más que disparar.
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