Con espíritu emprendedor, los técnico-profesionales dejan su huella en regiones
| Fecha de publicación | 29 Abril 2024 |
Las historias que se contarán a continuación son el reflejo de que Chile no es Santiago, y que a través de institutos profesionales y centros de formación técnica repartidos a lo largo del país, la generación de talentos está presente en todas las regiones.
Una viña en el valle del Itata
María Loreto Alarcón (de 50 años) es parte de la tercera generación de una familia de vinicultores proveniente de la provincia de Itata, en la Región de Ñuble. El viñedo, ubicado en el fundo Ñipas, data de los años 30 y por décadas allí solo se vendía el producto a granel a otras empresas del rubro.
Luego de titularse de la carrera de Administración y Explotación de Predios Agrícolas, en Inacap, María Loreto decidió regresar al campo para hacerse cargo de las viñas. Lleva 12 años radicada en la comuna de Ránquil, donde en 2021 lanzó la marca Viña Mujeres, decidida a resguardar el legado de su familia y promover las bondades de la zona para la cosecha y producción de vino.
Cuenta que la botella de vino más antigua que conserva del fundo es de una producción de hace 19 años, avaluada hoy en 23 mil pesos.
Uno de los momentos más complejos que ha vivido a cargo de la viña fue durante los incendios forestales que afectaron al valle del Itata en 2023. Las cenizas cubrieron las uvas justo en la etapa de maduración y cosecha. Entonces, Loreto apostó por quitarle la piel a la fruta antes de la fermentación y vinificación para evitar afectar el producto final. Así nació el vino que llamó "Chica de Humo".
"En primer lugar, uno de mis objetivos más próximos es lograr la certificación de Viña Mujeres como viña orgánica", afirma.
Su segunda línea de trabajo está relacionada directamente con los vinos: "Como tercera generación y primera mujer a cargo, estoy agregándole valor a este producto, poniendo el vino en una botella y contando un relato. Esto es importante para concretar una exportación, además de trabajar la calidad y stock para cumplir ese objetivo".
Su tercer foco está en potenciar el enoturismo. "Desde hace un tiempo, tengo creada una experiencia en torno al vino. Recibo visitas, principalmente de mujeres de regiones, a quienes ofrecemos recorridos, catas y coaching sensorial", explica.
Actualmente, su viña produce al año 13 mil litros de vino de distintas cepas y da trabajo a los habitantes de Ránquil.
Rol social
Mireya Miranda (58) se tituló en 2022 de la carrera de Trabajo Social, de AIEP, sede Antofagasta. Ha trabajado como educadora en la casa de acogida del Servicio Nacional de la...
Una viña en el valle del Itata
María Loreto Alarcón (de 50 años) es parte de la tercera generación de una familia de vinicultores proveniente de la provincia de Itata, en la Región de Ñuble. El viñedo, ubicado en el fundo Ñipas, data de los años 30 y por décadas allí solo se vendía el producto a granel a otras empresas del rubro.
Luego de titularse de la carrera de Administración y Explotación de Predios Agrícolas, en Inacap, María Loreto decidió regresar al campo para hacerse cargo de las viñas. Lleva 12 años radicada en la comuna de Ránquil, donde en 2021 lanzó la marca Viña Mujeres, decidida a resguardar el legado de su familia y promover las bondades de la zona para la cosecha y producción de vino.
Cuenta que la botella de vino más antigua que conserva del fundo es de una producción de hace 19 años, avaluada hoy en 23 mil pesos.
Uno de los momentos más complejos que ha vivido a cargo de la viña fue durante los incendios forestales que afectaron al valle del Itata en 2023. Las cenizas cubrieron las uvas justo en la etapa de maduración y cosecha. Entonces, Loreto apostó por quitarle la piel a la fruta antes de la fermentación y vinificación para evitar afectar el producto final. Así nació el vino que llamó "Chica de Humo".
"En primer lugar, uno de mis objetivos más próximos es lograr la certificación de Viña Mujeres como viña orgánica", afirma.
Su segunda línea de trabajo está relacionada directamente con los vinos: "Como tercera generación y primera mujer a cargo, estoy agregándole valor a este producto, poniendo el vino en una botella y contando un relato. Esto es importante para concretar una exportación, además de trabajar la calidad y stock para cumplir ese objetivo".
Su tercer foco está en potenciar el enoturismo. "Desde hace un tiempo, tengo creada una experiencia en torno al vino. Recibo visitas, principalmente de mujeres de regiones, a quienes ofrecemos recorridos, catas y coaching sensorial", explica.
Actualmente, su viña produce al año 13 mil litros de vino de distintas cepas y da trabajo a los habitantes de Ránquil.
Rol social
Mireya Miranda (58) se tituló en 2022 de la carrera de Trabajo Social, de AIEP, sede Antofagasta. Ha trabajado como educadora en la casa de acogida del Servicio Nacional de la...
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