Qué esperar del penúltimo 21 de mayo de la Presidenta: Cinco 'pesos pesados' de la centroizquierda responden
"Deben encontrar el lenguaje y las categorías correctas para interpretar lo que se ha obrado y gobernado hasta hoy", agrega.
-¿No propuso ser un gobierno reformador, contra los abusos y la desigualdad, como decía el lema de campaña?
-Ese relato es reactivo, es 'contra' algo; echo de menos un relato más positivo. Y debe ir más allá de decir que es un gobierno de reformas, porque un gobierno de derecha también podría serlo. Si lo central de este gobierno son reformas marcadas por un ideal de igualdad, habrá que construir un sello y un relato en esa lógica.
Con tropiezos y errores, Joignant ve pasos concretos en esa dirección. "Las reformas han sido mucho más que meros trámites", afirma, a la vez que admite que "es un relato especialmente difícil de construir, pero el material sobra, hay exceso de material".
-¿Y la gente sintonizará con ese relato? ¿Siente que ganó en igualdad? Algunos en la propia Nueva Mayoría no ven cambios significativos.
-!Cómo pueden decir tamaña estupidez¡ Un quinto de mis alumnos no paga la universidad; bajo ningún concepto es posible comparar la gratuidad con las becas. Hay un cambio cualitativo involucrado.
"Se han hecho muchas cosas, de modo confuso, lleno de errores que se van a ir corrigiendo por el camino. Son reformas implementadas de modo desprolijo, pero son reformas al fin".
-¿Por qué entonces los chilenos no apoyan mayoritariamente al Gobierno?
-En el origen de este problema de popularidad del Gobierno, y sobre todo de la Presidenta, hay algo que no tiene solución, que es el caso Caval. No tiene que ver con las reformas, que tienen distintas velocidades: la gratuidad en educación superior se empezó a implementar ahora, eso es inmediato; el fin del copago es gradual, y la reforma a las reglas electorales es mucho más abstracto pero en algún momento se va a empezar a percibir.
-¿No será que se sembraron demasiadas expectativas?
-Con este nivel de reformas, la inflación de expectativas era bien inevitable. Habría deseado mayor capacidad de gestión política de las reformas para ponerles un coto relativo a las expectativas. Ahí es donde se le da sentido a las reformas, se hace pedagogía, se les enseña a las personas a esperar y a pensar que en régimen van a ser en muchos años más. Ha habido un déficit pedagógico y de gestión política de las reformas considerable.
-¿Es de los que cree que cuando se vayan profundizando las reformas van a generar un reencantamiento?
-No, no habrá tiempo. Van a generar un Chile diferente; hay que renunciar a una especie de enamoramiento masivo a gran escala de este gobierno y de la Presidenta. Espero que en el mejor de los casos termine como Piñera, en un 38% o 40%".
-¿Los cabildos y la reforma constitucional que comienzan pueden reavivar el entusiasmo?
-La reforma constitucional no tendrá conclusión en este gobierno y es un cambio que puede ser importante en la medida que se genere efervescencia social en todos los procesos participativos. Y no tiene que ver con el número, con cantidad de personas que participan en los cabildos, sino que a partir de esto el tema constitucional entre a la conversación cotidiana.
-Sin embargo, según las encuestas, los chilenos no lo ubican como una de sus prioridades.
-Todas las encuestas muestran que la mayoría de los chilenos dice que lo que se está discutiendo en política es muy importante. Sostienen que el cambio constitucional es muy importante y lo quieren entre el 55% y el 65%. Es una pregunta completamente distinta a la jerarquización; no creo en esta cosa de las prioridades, no me dicen nada".
-Esta cuenta trata sobre el estado de la Nación, ¿en qué estado la ve usted?
-Chile está en una fase histórica de transición hacia un Chile distinto, no radicalmente, porque esto no es la revolución, pero sí diferente. Estamos experimentando el inicio de un cambio constitucional; las primeras experiencias individuales y familiares de gratuidad en educación superior; gradualmente el fin del copago en educación escolar; la primera materialización de las leyes de probidad y transparencia, y comenzando a experimentar el cambio en las reglas electorales, además de la reforma tributaria. Se han hecho muchas cosas nuevas; hay que adosarle un relato que le dé identidad a este gobierno, el sello exacto que debe ser pensado para proyectarse hacia el futuro.
Y ahí viene su segunda petición para este 21 de mayo. Al cumplirse dos años, Joignant ve el momento de "empezar a proyectar este gobierno y su coalición", y esperaría los primeros pasos en esa línea. "Es complejo, y la interpretación completa del período la esperaría para el próximo discurso. Ahí habría que describir las áreas que deben ser objeto de reformas, en el mismo espíritu, en los próximos gobiernos".
-¿Profundizar las reformas? Voces en la Nueva Mayoría llaman a acotarlas.
-El próximo gobierno será de consolidación, pero si se quiere proyectar el Chile que falta, habrá que ofertar nuevas reformas.
"Haría un llamado a la buena gestión y a la búsqueda de un clima de acuerdos"Ernesto Ottone es de los concertacionistas que aún creen que hay espacio y queda tiempo para el diálogo y los acuerdos.
Nos responde desde París, donde pasa su temporada anual de mes y medio dictando conferencias y seminarios, contratado por la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales, donde se creó un Colegio de Estudios Mundiales en el cual él tiene la cátedra de los Destinos Mundiales de América. Los honores parisinos no le quitan la sencillez al casi mítico jefe del segundo piso del Presidente Lagos, ni le hacen perder el hilo de los acontecimientos locales. Crítico de muchos de ellos, lo hace con estilo diplomático. Y cuidadoso. Mal que mal es el papá del ministro de Cultura.
Con la advertencia de que para este 21 de mayo tiene más buenos deseos que pronósticos, reflexiona con lógica pre-Nueva Mayoría.
"Yo creo que lo que puede anunciarse es un camino concreto, conversado con las partes. Si me preguntaran a mí qué hacer en este penúltimo mensaje, yo haría un llamado a la buena gestión. En segundo lugar, a la consolidación de las reformas que están hechas, y las que están a medio camino, completarlas. En tercer lugar, a generar un clima en el país, en el que naturalmente habrá divergencias, pero en el que se busquen situaciones de acuerdo y no instalar una fuente de histeria entre gobierno y oposición".
-¿Respirar hondo y poner el pie en el freno es su recomendación?
-Las reformas que este gobierno se propuso hacer...
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