Esperanzas y desesperanzas en el inframundo - 3 de Enero de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 853724383

Esperanzas y desesperanzas en el inframundo

Restos humanos de más de diez mil años, niños y adultos, que descansan en una caverna en el sur de Inglaterra que durante un siglo sirvió de cementerio. También en Inglaterra, un laboratorio levantado o tal vez habría que decir hundido a un kilómetro bajo tierra, en el que los científicos intentan captar esa presencia que inunda el universo, incluido nuestro planeta, la materia oscura. Un bosque en Londres, cada árbol interconectado bajo el suelo, hablando unos con otros, avisando de los peligros, compartiendo nutrientes, gracias a una red de hongos. Una mina abandonada en Gales, en la que se amontonan cientos de autos cuyos dueños los arrojaron ahí cuando dejaron de servir.La ciudad invisible, viejas galerías devenidas catacumbas que recorren París bajo París. Un río en Italia, río sin estrellas lo llaman, que se hunde en la roca y recorre kilómetros sin ver el sol. Cavidades en los Alpes que guardan restos de las matanzas ocurridas en las guerras mundiales. Bailarines rojos, ciento setenta de ellos, pintados hace dos mil o tres mil años en la roca pulida por los glaciares, en Noruega. Depósitos de desechos radiactivos en Finlandia.Esos son algunos de los paisajes que recorre y nos cuenta, a veces poniendo en riesgo su vida, el escritor inglés Robert Macfarlane (Halam, 1976) en su libro "Bajotierra" (Literatura Random House), una celebrada y exitosa crónica del mundo bajo nuestros pies, un ensayo sobre la naturaleza y el ser humano como parte de ella.De arriba abajoMacfarlane es profesor y miembro del Emmanuel College de Cambridge; inició su carrera como escritor en 2003, con "Las montañas de la mente", un libro sobre nuestra imaginación y las montañas. Desde entonces ha publicado "Naturaleza virgen" y "Las viejas sendas", entre otros títulos. Son más de quince años escribiendo "sobre las relaciones entre el paisaje y el corazón humano", dice en "Bajotierra". "Desde la cumbre helada de las montañas más altas del mundo, he seguido una trayectoria descendente hasta lo que sin duda será la parada de destino explorando los niveles espaciales que se encuentran debajo de la superficie".El éxito de su amor a la naturaleza ha significado que su trabajo haya sido adaptado al cine, televisión, radio, teatro y hasta a la música.-¿De dónde viene su deseo de explorar la naturaleza?"Crecí como montañista y senderista. Mi abuelo fue un escalador pionero, y recuerdo sus esquís de madera de dos metros de largo y sus piolets y crampones como objetos...

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