Espectáculo luminoso: espacial y escultórico - 3 de Julio de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 644322773

Espectáculo luminoso: espacial y escultórico

Como decíamos al principio, el primero en recurrir a los tubos fluorescentes fue el neoyorquino Flavin, al comienzo de los años 60. Sus cilindros de neón con color, solitarios o en grupo, siempre constituyen ángulos rectos; además suelen poseer la particularidad de cortar las esquinas de los recintos de exhibición y de colorear los muros. Dos ejemplos suyos se nos muestran en Santiago. Simplemente distribuidos verticales y en una serie ascendente de uno, dos y tres, pertenecen al hoy lejano 1963. El otro aporte resulta de 1966-1968, enmarcan sobre la intersección de dos muros un volumen amarillo, blanco y rosa, donde solo este último se expande a su interior. Tuvimos ocasión de admirar lo que nos parece el más hermoso trabajo del artista, en el estupendo Museo Kröller-Müller de Holanda. Así, de una de sus salas arranca un recto trazo de luz azul que atraviesa el ventanal y se prolonga en medio del bosque circundante. Eso es todo, !pero qué elocuencia visual ostenta¡

Sin embargo, la obra más notable del conjunto visitante, Chromosaturation (1965/2016), pertenece a un conocido de nuestro público, el venezolano Carlos Cruz-Diez. Más allá de un op art ambiental y de una saturación de espacios con color lumínico, se trata de una atmósfera ambigua que no únicamente envuelve al espectador, sino que llega a vaporizarlo en unión estrecha con el ámbito arquitectónico que lo contiene. Y esa bruma dinámica de luz blanca, magenta, rosa, verde claro, azul, hace perder la noción de límites espaciales, reducidos apenas a asomos de planos rectangulares cambiantes. Realización sorprendente, sin duda. Linda, aunque menos audaz, la ancha columna (2012) del estadounidense Leo Villareal consiste en barras metálicas colgantes sobre las que suben y bajan, intermitentes, brillantes lucecitas blancas en ricas variaciones. Cierto parentesco con él deja ver su compatriota Jim Campbell con su constelación de albos globitos (2011) que, según la ubicación del observador, dejan ver el tránsito de negras siluetas humanas.

Tres artistas del Reino Unido entregan aportaciones atractivas. Así, Conrad Shawcross exhibe un cubo de rejillas metálicas (2009), cuyo móvil foco luminoso interior proyecta las firmes sombras del metal en todo el espacio circundante, asimismo aprisionando al visitante. Entretanto, el cono de luz vaporosa (2005), de Anthony McCall, dibuja sobre una pantalla grandes rectas y curvas abstractas, entre las que sobresale...

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